jueves, 30 de agosto de 2012

Confesiones de una mamá llorona


Por: @perenguena

Alguna vez @tangersoto me regañó por un comentario que hice respecto a lo maluco que era llorar en el trabajo, ella fue muy específica en que había que quitarse de la cabeza eso de que llorar era para débiles.
No sé por qué sus comentarios fueron lo primero que se me vino a la cabeza ese viernes que Pipe me llamó al trabajo. Él no disfruta mucho hablando por teléfono, siempre soy la que lo llamo, me saluda y se despide casi al mismo tiempo. Sin embargo ese día fue él quien pidió llamarme.
Me contaron que llegó llorando, se encerró en el cuarto sin dar explicación alguna y dijo que solo quería hablar conmigo. Cuando hablé con él, me contó que su profesora Julie se iba del jardín, me dijo casi ahogado por el llanto que la “amaba demasiado” y que ella se iba a ir lejos de él y no la iba a ver “nunca más”.
Y lloramos, él en la casa en medio de mimos y la preocupación colectiva de mis abuelos, y yo en mi oficina, en medio de los cuchicheos de quienes me vieron por primera vez llorar a moco tendido.   
Por primera vez sentí que vendrían miles de cosas que habrían de romperle el corazoncito, lloré por la impotencia que me producía sentirlo en ese estado sin poder hacer nada, lloré al darme cuenta de que no iba a poder protegerlo de los malos ratos y que no podría estar ahí para darle un abrazo en el momento preciso en que lo necesitara, me dolió pensar que era su primera perdida y me aterrorizó el pensar que de aquí a mañana tendría que consolarlo cuando tuviese una perdida más grande, cuando muriera alguno de los que tanto amamos.
Lloré por todo eso o simplemente lloré de oírlo llorar, de decir “mami” repetidamente entre lágrimas, lloré todas las cosas que me había tragado durante estos años juntos y de todos los temores que me produce la maternidad y que acallo con otras ocupaciones.

Es muy importante no minimizar las emociones de nuestros niños, por ejemplo, un día cualquiera a Pedrito se le murió su mascota, va a donde su mamá/papá  llorando y este le responde  “no llores, es solo un animalito”. Probablemente para muchas personas sería una pérdida menor,  sin embargo para el niño tiene un gran impacto, así que la función de papá/mamá es estimular al niño para que exprese cómo se siente, ayudarlo a reconocer que no está mal sentirse así y finalmente consolarlo.
Así que en medio de moqueos de mamá llorona, la única instrucción que pude darle a mis abuelos fue que lo abrazaran calladitos y que lo dejaran llorar su perdida.

miércoles, 29 de agosto de 2012

Mi felicidad tiene nombre propio: ALEJANDRO

Por: @carocoop

Pasan los días, pasan los meses... pasa y pasa el tiempo y yo no puedo hacer otra cosa que dar gracias a la vida, al destino y al amor por darme el regalo más grande de todos... TÚ, MI NIÑO LINDO.
Hace raaaato que no te escribo y cuando me siento aquí frente al computador son tantos los recuerdos que no sé ni qué escribir. Así que solo me dedicaré a contar pedacitos que conforman la inmensa alegría que das a mi existencia.

Feliz sonriendo y aplaudiendo en tu primera fiesta de cumpleaños :D
Enero 14.2012
Empecemos con que el 14 de enero de 2012 cumpliste tu primer añito de vida. Con toda la emoción que me caracteriza cuando tengo algo en mente, me dediqué a hacer todos los preparativos para celebrar esta fecha. Fueron como dos meses en los que casi enloquezco porque quería que todo saliera hermoso... y así fue. Tu fiesta fue muy bonita, gracias al apoyo de tu papá, nuestra familia (la que estuvo presenta, la de tu papá, y la que estuvo gracias a la tecnología, la mía) y la compañía de nuestros amigos. 45 personas te vimos sonreír y aplaudir frente al enorme pastel de Pocoyo y soplar las velas a tu estilo.

Con Harold, mi otro hermano... tu otro tío :)
Febrero 12.2012

Inolvidables tus primeras vacaciones, que fueron en Cali, ciudad donde yo nací. Tu primer viaje en avión fue en primera clase (pinchadísimo) y supiste qué era estar en paños menores como ropa de diario y bañarte tres y cuatro veces al día en lavadero por ese calor intenso que hizo en febrero. Te reencontraste con tu bisabuela Gloria y Abichucho, conociste a tu bisabuelo Harold, tus tías abuelas menores que yo y otros familiares y amigos, y te viste frente a frente con Harold, mi primo, mi otro hermano, tu tío que te adora. Busco la manera de volver para que vuelvas a vivir el clima y el ambiente de mi Sultana bella.
Al volver de vacaciones, la tarea fue ponerte a caminar. Pero primero decidiste hablar. El 4 de marzo dijiste la palabra "MA MA" por primera vez y una sensación indescriptible me llenó el pecho, sentí brincar mi corazón y explotar en el amor más grande y puro hacia ti, mi niño lindo. Ahora le dices "ma ma" a tu abuela Dora también, pero sé que es porque te cuida y la quieres mucho :)
Caminando por la pradera
Mayo 27.2102
Tres semanas después volviste a sorprendernos. El 25 de marzo decidiste soltarte del todo de los brazos de las sillas y las patas de las mesas y arrancar a caminar como si siempre lo hubieras hecho... y desde ahí no has parado. Un orgullo total!!!!

De ahí en adelante casi siempre son risas. Te subes y bajas en todo (un mico total con toda una pradera para practicar), corres como si te persiguieran, juegas con los perros y gatos... que corren más que tú al verte, jaja!!! Eres un experto en treparte en el corral (pero aún no logras meterte en él), tiras las cosas al piso, te cogés la cabeza y haces "oooh" (me muero!!!), me pasas tus deditos para que te los muerda, enloqueces de felicidad cuando escuchas que se llena tu tina (te juras en piscina) y te subes en la cama, acomodas la almohada y gritas impaciente cuando te voy a dar tetero, al despertar y para dormir.

Así mismo no todo es color de rosa. Eres un amante del desorden, no puedes ver que termino de recoger tu reguero de juguetes o las cremas que tengo en la mesa de noche para que vayas y tires todo otra vez. Me dan ganas de amarrarte!!!! También eres medio caníbal y ya más de uno hemos probado la fuerza de tus 16 dientes con los mordiscos que nos has pegado... la que más ha sufrido ha sido tu primita Isabella, cuyo bracito ha sido atacado un par de veces por lo que parece un vampiro (osease, tú). Y verte explorar es maravilloso, pero también estresa porque no mides aún peligros y te lanzas a la aventura, lo que ha terminado en golpes en la cabeza, machucones en las manos y rodillas raspadas.

Igual, sé que todo hace parte de lo que para ti es la vida y para mí es la aventura de ser mamá.
Amo cada momento contigo (así sea que te dormiste a la medianoche y a las 6 am te paras, me miras con tus ojazos negros  y me dices "mama tete"). Amo ser mamá. Y amo ser TU mamá.

Lo mejor de mi vida eres tú!!!!
Julio 20.2012
Eres el ser más especial en mi vida... lo más hermoso... lo más importante.
Te amo a lo Buzz Lightyear (de Toy Story, una de tus pelis favoritas) AL INFINITO Y MÁS ALLÁ!!!


Tomado de el Blog "Cartas para Alejo"

sábado, 25 de agosto de 2012

Perdiendo a Miranda


Por: @RecordandoAngel

Como madre que ama a su hija nunca me imagine perderle, aunque mi Burusa solo tenia 17 meses ya la veía dejando la casa para ir a la universidad, ya la veía cumpliendo sus sueños. Sueños en grande que tenemos con nuestros hijos.

El día que ella enfermo no pude evitar sentir que era algo grave, mas nunca pensé que perdería a mi hija seis días después de ese día  Aun recuerdo claramente como la doctora de guardia en la UCI me dijo "Los parámetros de la bebe están bajando", mi hija estaba muriendo y no podía hacer nada,  mi alma murió ese día junto con mi hija, hasta el ultimo momento le pedí a Dios que la salvara, aun cuando tenia su cuerpo inerte en mis manos le pedía un milagro. Mi hija moría ante mis ojos y solo podía decirle impotente y desolada que me había hecho la mamá mas feliz del mundo y que la amaba con todo mi ser. El enfermero me pidió que entregara a mi hija, y no sabia como salir y decirle a quienes tanto la amaban que la Tuy-Tuy ya no estaría con nosotros, sentía que Dios me había fallado.

Hoy hace siete meses a esta hora mi hija me dijo que me amaba, recuerdo que sobre mi pecho le dije te amo bebe y ella me dijo "amo", nunca pensé ni imagine que seria la ultima vez que escucharía su voz. Pero hoy siete meses después de que mi hija enfermara reafirmo que su perdida fue solo física  porque su presencia se siente en todo los lugares que juntas visitamos, en todos los abrazos que me dio y aun siento, en todos los te amo que nunca nos diremos, porque perdí a una hija pero gane UN ÁNGEL EN EL CIELO.

Tomado de el blog "Recordando Angeles"

lunes, 6 de agosto de 2012

Dar amor, Dar pecho.

Por: @voyasermama
Daniel Andres
La maternidad resultó para mí una sorpresa, no era algo que estaba buscando pero me llenaba de mucha felicidad y también de muchas dudas, por esto decidí informarme, hacer cursos y aprendí mucho.
Llegó el día y Daniel Andrés llegó a mi vida, por suerte junto a mi ginecoobstetra trabaja un grupo de apoyo para el parto y la lactancia materna, porque a pesar de los cursos y los libros y estar completamente clara en que iba a amamantar a mi pequeño, todavía había algunas cuestiones prácticas que resolver.
Recuerdo llegar a la Sala de Parto y advertir al grupo de médicos y enfermeras que no quería que le suministraran a mi bebé ningún tipo de alimento artificial, lo reiteré en el momento en que se llevaban a mi recién nacido para ponerle la ropita y limpiarlo. Aún así no nos escapamos de la fórmula glucosada.
Luego de esto no me separé de mi bebe más nunca, practiqué el alojamiento en conjunto y podía alimentarlo cada vez que pensaba que era necesario.
Por supuesto entendí con los días que la lactancia es un aprendizaje para mamá y bebé, que aunque el instinto está presente, igual es importante conocer las mejores posiciones para amamantar, saber cual es la postura correcta de la boca, aprender a poner a tu hijo al pecho, todo esto súper importante y que sin la ayuda de las consejeras de lactancia quizás hubiese claudicado en mi deseo de amamantar.
Debo admitirlo, no fue sencillo, la bajada de la leche ocurrió a los tres días, yo estaba estresada porque sentía que mi bebé bajaba mucho de peso y no lo alimentaba, los pezones se agrietaron, etc, etc, etc, pero al cabo de un par de semanas sacarme la teta en cualquier sitio para dar de comer, o calmar a mi bebé era de lo más natural, la verguenza no estaba presente en ese acto de amor, y Daniel Andrés mamó feliz de la vida 13 meses.
Llegó el segundo bebé y yo me sentía la reina de la lactancia, porque había superado perfectamente mi primera experiencia, y con Jesús Antonio tuve que reaprender, con algunos tropiezos,  lo que había vivido con Daniel. Jesús fue felizmente amamantado 10 meses. Con mi tercer hijo, César Alejandro, todo fluyó mucho mejor, desde el primer momento tuvo un excelente agarre, la leche bajó desde la primera mamada y no tuve ningún inconveniente con grietas o pezones adoloridos, ni nada, ya tiene siete meses y todavía está lactando.

Jesús Antonio
Acepto que apoyo la lactancia con locura e intento convencer a cada una de mis amigas que es lo más natural del mundo, que es el mejor alimento para nuestros hijos y que nada los hará tan saludables y seguros como la lactancia. La leche materna es un regalo maravillosos de amor y salud que nuestro cuerpo genera para nuestro bebé. Es un alimento lleno de nutrientes, con una carga inmunológica insuperable.
No existe nada químico que pueda remplazar los beneficios obtenidos con la leche materna, pero además del aspecto alimenticio, esta el componente más importante de esta acción y es el amor. La lactancia es el momento de mayor intimidad y conexión entre una madre y su bebé.
Es muy difícil luchar con los mitos y creencias sobre todo en las clínicas privadas, donde aun muchos médicos y pediatras le dicen a las madres que con el biberon su hijo dormirá mejor. Inclusive es difícil que los abuelos de nuestros hijos entiendan que la lactancia es lo que hemos escogido como principal alimento de nuestro hijo.
 Aún hoy, después de tres hijos, y de tres maravillosas vivencias de lactancia exitosa, continúo aprendiendo, sigo buscando información y evaluando experiencias.

Por eso quiero ayudarte y contarte sobre algunos de los temores y mitos más comunes:

  • Tengo los pechos pequeño no creo que pueda producir suficiente leche. El tamaño de tu pecho no determina la cantidad de leche que puedas producir, lo único que determina que produzcas suficiente leche es que el bebé mame.
  • ¿Cuanto tiempo debo darle de mamar? El reloj en el acto de amamantar no existe, te puedo decir por experiencia que el bebe puede estar mamando durante 40 minutos para sentirse satisfecho y que aun así a la hora o dos horas puede desear volver al pecho.
  • ¿Le doy 10 minutos de un pecho y diez del otro?. No, debes darle un pecho por toma, porque lo primero que sale es agua, luego viene una corriente de nutrientes y por último se excreta la grasita que es lo que llena al bebé, todo este proceso puede llevar aproximadamente media hora o un poco más, recuerda que el bebé mama, se para, se despega, vuelve a mamar, se duerme, por eso el momento de dar pecho debe ser un tiempo dedicado para esto sin ninguna otra cosa que te distraiga.
  • Con el saca leche obtengo muy poquita leche, sera que no produzco suficiente. La única succión realmente efectiva es la de tu bebé, lo que obtengas a través de una máquina artificial no tiene relación con lo que tu pecho esta produciendo, por esto el único que sabe y determina cuánto es tu producción de leche es tu hijo.
  • Le acabo de dar pecho a mi bebe y está llorando, le voy a dar un tetero para que se calme. Tu bebé no necesita tetero o biberón, ni agua, ni chupón, solo te necesita a tí. Quizás lo que quiere es sentirse seguro y para esto el pecho es lo mejor.
  • Tengo que darle agua entre cada toma. La leche materna es tan completa que no necesitas darle absolutamente más nada por los primeros seis meses, a partir de allí comienza la alimentación complementaria.
César Alejandro
Esta es un poco mi experiencia sobre las dudas más comunes, seguramente hay miles, porque también lo viví, lo importante es que te mantengas firme en que esta es la mejor decisión para ti y tu bebe, apóyate en personal de salud que conozca de lactancia, pediatras, enfermeras, ginecobstetras, rodéate de madres que estén pasando por la misma experiencia, asiste a grupos de lactancia, consulta a alguna consejera en lactancia y sigue adelante, porque dar pecho es dar amor.
Si quieres conocer más te dejo algunos enlaces de interes:

Tomado del blog "Ahora ya soy mama"

Mi historia personal de lactancia materna


Por @Zavila


Cuando trato de recordar cuando decidí que le daría leche materna a Sara, sinceramente no lo recuerdo. Creo que esa idea vivía en mi inconsciente desde pequeña porque vi a mi mamá amamantar a mis hermanos, y a mi tía hacer lo mismo con mis 4 primas. En mi familia materna siempre había escuchado que todas eran súper lecheras, así que nunca dude que me saldría leche. Luego, cuando tenía como 4 meses de embarazo, fui a visitar a una amiga (que también estaba embarazada de su 2do hijo y tenía los mismos meses que yo) y ella me regalo "La Alegría de Amamantar" de María Eugenia Carvajal. El libro me fascino. De manera clara y sencilla, no sólo explicaba toda la fisiología del amamantamiento sino como instaurarla, mantenerla y disfrutarla. Sin embargo, lo más importante que hizo este libro por mí, fue llenarme de una confianza inquebrantable: yo estaba segura de que lactar a mí bebe era algo que podía hacer con éxito. Y con esa confianza en mi mente y corazón, pasaron los meses y Sara nació. La tuve por parto natural en el cuarto del hospital. Tan pronto salió, la enfermera la puso sobre mi vientre y luego, ella se prendió de mi pecho.  Ese fue el 1er instante de amor entre las dos. 
Sinceramente, escogí ese hospital únicamente porque allí eran pro lactancia y pro parto natural. Conocía de la importancia de ese primer encuentro del bebé con su mamá y con su teta. Tengo que reconocer que se me agrietaron un poco los pezones, pero las enfermeras del hospital me recomendaron emplastos de hierbabuena para la cicatrización, y los utilice juiciosa los primeros 15 días. Nunca fue doloroso para mi, y, como había leído, cada vez que Sara lloraba yo le daba teta, sin importar si era de día o de noche, o si le acababa de dar. El apoyo de mi esposo fue fundamental. El solo me dejo seguir mis instintos y se lo agradezco de todo corazón. Mis senos crecieron muchísimo, y pesaban una barbaridad. Tal vez es lo único que me ha resultado incomodo del tema: el tamaño y el peso de los senos. Desde el comienzo tuve que extraerme leche porque producía tanta, que Sara no alcanzaba a tomarla toda. Le tenía pánico a una mastitis, así que procuraba sacarme todo lo que podía, hasta dos veces al día. De hecho, aún me extraigo casi a diario, porque hoy, 12 meses después, sigo produciendo igual o más leche que el primer día. A veces la producción es de 3 0 4 oz, y otras veces, 10 o hasta 12. Y sin embargo, después de cada extracción, Sara aún toma de la teta todo el día, todo lo que le apetece. 
Almacene mucha leche hasta los 5 meses. Luego, cuando ya en el refrigerador no había casi espacio, concluí que debía hacer algo con ella. Era obvio que Sara nunca se la tomaría toda. Intente donarla y nadie me la recibió. Lamentablemente en nuestro país existe la particular y "conveniente" idea de que tomar leche donada es peligroso para el bebé. Finalmente la deseché. Pasaba el tiempo y no encontré nada más que hacer. Cada vez que me acuerdo, algo dentro de mí se arrepiente. Fueron muchas onzas, (aunque con certeza no sé cuantas) que pudieron haber nutrido a muchos bebés, como lo han hecho con mi princesa. Ya hace casi 7 meses que no almaceno más. Aunque siempre tengo un tetero o dos con leche al día, para hacerle la papilla a Sara o para que se la tome, si se antoja y yo no estoy. 
La lactancia me ha regalado momentos increíbles al lado de Sara. La ha hecho crecer sana, feliz, llena de salud pero, sobre todo, radiante de amor. Sin duda es el mejor regalo que nos podemos dar como madres e hijas. Si, se que, especialmente los 1eros días, hay veces que no nos acomodamos en nuestra propia piel, en ese cuerpo crecido con senos enormes. Y muchas veces pensamos que es doloroso, incomodo, que no nos cierra la blusa, que no vale la pena, y queremos desistir. Pero son solo unos días, que pasan más rápido de lo que nos imaginamos. Y cuando menos pensamos, todo el momento se vuelve placentero, cómodo, tierno, feliz. Nos sentimos agradecidas y recompensadas por haber seguido adelante, por haber tenido confianza, por haber estado seguras de que lo mejor era acunar al bebé, dormir con él, llenarlo de leche de nuestro seno materno. Y esperamos en nuestro corazón con la misma certeza, que este regalo nos dure muchos días más, para disfrutar de él hasta que nuestro bebé lo quiera.http://www.muchoslibros.com/libro-La-Alegria-de-Amamantar/Carvajal,-Maria/9789580487708/EC/


viernes, 3 de agosto de 2012

Lo natural es la teta no el tetero



Por @Zavila

Es increíble que tengamos que hacer una afirmación de este tipo. A pesar de estar repletos de informes de Organización Mundial de la Salud (OMS) y de La Liga de la Leche (LLL)  (y de un montón de autoridades más), que confirman nuevamente los innegables beneficios de la leche materna, el promedio de lactancia materna exclusiva en Colombia es de 2.2 meses. Si, solo 2 meses, cuando la recomendación de la OMS es de 6 meses exclusiva y 2 años complementaria con otros alimentos. Pero, ¿qué es lo que pasa?, ¿por qué las mamás no le dan leche materna a sus bebés, si es práctico, gratis y lo más saludable para él? Desde mi experiencia tengo que decir, que para dar leche materna se necesita conocimiento, confianza y apoyo.
Conocimiento, porque la lactancia materna ha dejado de ser sabiduría cultural que se transmite de madres a hijas por el entramado de nuestra sociedad. Entonces algo que deberíamos saber y conocer naturalmente, simplemente por ser mujeres, es un universo totalmente desconocido para nosotras. Por eso cuando llega la hora de amamantar no tenemos ni idea como debe ser, que es o no es normal, que vamos a sentir y como se va a comportar nuestro cuerpo. Cuando quede embarazada de Sara, trate de documentarme al máximo acerca de todo lo que implicaba la maternidad, eso incluía la lactancia materna. Por mis manos pasó un libro que recomiendo muchísimo "La alegría de amamantar" de María E. Carvajal de Guerrero, fue fundamental para descubrir los beneficios nutricionales y afectivos de la lactancia materna.
Confianza. Como para la mayoría de las cosas que queremos hacer en la vida, para una lactancia exitosa, la confianza juega un papel determinante. Es necesario estar seguras de que somos absolutamente capaces de hacerlo. Nuestro organismo ha sido diseñado para una lactancia exitosa. El fracaso de la lactancia no se da por incapacidad fisiológica sino por practicas erradas en el manejo de la misma. En este caso, querer es poder.

Apoyo. Voy a decir algo que nadie quiere decir: la lactancia no es fácil, no es un camino dulce lleno de pétalos de rosas. Necesitamos adaptarnos a mil cosas nuevas en nuestra vida con la llegada del bebé, y la lactancia es solo una de ellas, pero es tal vez de las más importantes. Por eso es importante contar con el apoyo de TODOS: esposo, abuelos, amigos, amigas, etc. Sin apoyo, en pleno posparto, agotadas, confundidas y hormonalmente inestables, las posibilidades de la lactancia exitosa y prolongada son cada vez menores. Tenemos derecho a "amamantar a nuestros hijos a demanda, en cualquier lugar, sin miradas ni comentarios de desaprobación y hasta que el niño lo desee". Tengo que reconocer que hacer valer este derecho en nuestra sociedad no es fácil. Varias veces yo misma me he sentido intimidada y avergonzada cuando estoy en un restaurante o en cualquier otra parte, incluso en la sala de mi casa y tengo que sacar la teta y darle de mamar a Sara. No debería sentirme así, por que lo natural es la teta no el tetero. Pero lamentablemente para nuestra sociedad, dar teta en público es algo inapropiado y hasta obsceno. Si quieres dar teta, quédate en tu casa, encerrada en tu cuarto y que nadie se entere, ¿por qué?. Me ha costado algo de trabajo pero de a poco he perdido la vergüenza y el pudor en cuanto a este tema y Sara recibe su porción de leche materna en donde y cuando la pida. 
Por último solo quiero reiterar que TODAS las mujeres somos capaces de amamantar a nuestros hijos alegre y exitosamente; ver su progreso día tras día y saber que todo a sido gracias a nuestra leche, es gratificante y satisfactorio. Realmente vale la pena. No tengo duda que al amamantar a Sara estoy haciendo algo realmente importante para las dos.

Mucho más que leche.

Por: @Zavila

Lactar es mágico. Si, a través de nuestra leche la magia de la vida continua, se perpetúa en nuestros hijos. No imagino mi relación con Sara sin la lactancia. La leche, mi leche, ha sido el hilo conductor de una relación que se estableció segundos después de su nacimiento y que cada día que pasa se vuelve más grande, más fuerte, más clara; una relación que no necesita de las palabras, que se enriquece a punta de miradas, de sensaciones, de piel, de leche materna.

Lactar para nosotras ha sido realmente fácil, y por eso sé que somos afortunadas. No hemos tenido tropiezo alguno. Mi cuerpo se comporta como si hubiera dado de lactar toda la vida, como si fuera lo mejor que sabe hacer, como si Sara no fuera la primera bebe que alimenta. Mi princesa succiona de maravilla desde la 1era vez. Al principio se concentraba en su labor de mamar por algunos minutos, para luego caer dormida profundamente en mi regazo. Sus ojitos permanecían cerrados y su cuerpo quieto y tibio. Luego, comenzó a interactuar más conmigo y con el objeto de su deseo: la teta. Amé los momentos en los que parecía conversar con ella. Esas veces que la miraba fijamente, tratando de descifrar de alguna manera, la naturaleza de tan profunda relación. 

Lactar a mi hija ha sido la experiencia más enriquecedora dentro de todo este nuevo mundo que vivo siendo mamá. Alimentar a mi hija con mi leche me ha hecho más paciente, más tranquila, más respetuosa, más segura. Me ha enseñado que la paz se encuentra en una mirada, que las mujeres somos poderosas, siempre y cuando estemos seguras de serlo. Que nuestra leche puede alimentar de amor a nuestros hijos y plagar de amor al mundo, si nos lo proponemos. Que la lactancia materna es más valiosa por los vínculos que construye, no solo entre madre e hijo, sino entre madres, entre padres, entre seres humanos. Me ha brindado la oportunidad de vivir una experiencia especial, única, que casi no se puede nombrar, porque solo se puede sentir. Me ha puesto en contacto con muchas mujeres como yo, con historias iguales, diferentes, parecidas. Me ha permitido ayudarlas, darles una voz de aliento en ese momento en que justo lo necesitaban. Me ha unido a todas las madres de este mundo que solo quieren e intentan a diario hacer lo mejor criando a su hijos. Me ha demostrado que la magia vive dentro de cada ser humano de maneras muy diferentes, y que vive dentro mí, alimentando a mi hija, llenándola de amor y de felicidad liquida todos los días. 

miércoles, 1 de agosto de 2012

Sobre la lactancia y todas sus ventajas

Por: @GrungeWidow

Cuando en El Oficio de ser Mamá hicimos la semana #ProLactancia no pude escribir mi post por falta de tiempo, pero estamos celebrando la Semana Mundial de la Lactancia Materna y no podía dejar pasar esta oportunidad para contarles como fue la experiencia que viví con mi Marianita.

Yo tenía muy claro desde el embarazo que le daría leche materna a mi bebé, así lo hizo mi mamá conmigo y con mi hermana, y nos comenta que a las 2 nos empezó la alergia y el asma a los pocos meses de suspender la lactancia. Yo no quería que pasara eso con Mariana, así que eso sería teta corrida.
Mariana tomó primero la leche de formula que le dieron en UCIN, yo no podía quedarme con ella, así que me toco darle Pre-NAN por 2 meses por orden del pediatra mientras ganaba peso, todo un hueco en el bolsillo, apenas pude entrar a conocerla le puse mi tetica, creo que por los nervios y eso no pudo tomar, nada. Ya en casa con toda la calma del mundo agarro la teta con ganas y por 11 meses no la soltó!

Yo le daba 3 teteros de formula al día y ya, pero la tetica era a libre demanda, lo que ella quisiera cuando y donde ella quisiera, pele teta por toda Barranquilla y no me dio pena, si mi hija tenia hambre ahí estaba su mama para darle lechecita, me ponía un paño de tela, me cubría bien y listo. La alimentación de mi hija y su salud eran primero que los prejuicios, si no les gustaba verme lactando pues que no miraran y punto.
Pasábamos horas y horas junticas, ella pegada a su teta feliz, sin duda de los mejores momentos que he pasado con mi hija, nos unimos mucho mas.
Durante todo el tiempo que le di tetica esa leche mágica no solo sirvió para alimentarla y llenarla de defensas, sino que curo varios malestares, por ejemplo el dolor de oído, salpullidos, ojitos hinchaditos,  mal de estomago, incluso para limpiar los pezones y evitar que se agrietaran, sirve para muchas cosas. 

Le di tetica solo por 11 meses, pensaba darle mas, pero me empezó a salir la leche marrón en el seno derecho, y el medico inmediatamente me pidió suspender la lactancia para hacer estudios y eso. Resulto que tenia quistes. eso me desanimo mucho por que mi intención era darle teta por lo menos hasta los 2 años, sobretodo por que esa era su fuente principal de alimento, a pesar de la formula y de la alimentación complementaría.

Fuimos felices con nuestros 11 meses de lactancia, hoy invito a todas las futuras mamas que de corazón decidan darle pecho a sus bebes, no imaginan todos los beneficios que les trae a ambos.


Maravillosa Lactancia


Por: @MyPointsOfView_


Por estos días, y con motivo de la Semana Mundial de la Lactancia, se está montando mucho revuelo en lo referente a amamantar en público. Comenzaré diciendo que mi experiencia con la lactancia fue maravillosa. Al principio fue algo duro, aunque no por la lactancia en sí sino porque te pasas todo el embarazo preparándote para tu bebé que está por llegar, arreglando su cuarto, adquiriendo todo lo que puedas necesitar para su nacimiento, etc... Todo se hace con un fin, el parto y el consecuente nacimiento de tan ansiado bebé. 

Claro, llega el momento en que por fin tienes a tu bebé y llegas a casa desde el hospital toda ilusionada, deseando poner en práctica todo lo que has aprendido y todo lo que llevas meses esperando para hacer y te das cuenta de que tu cuerpo no responde como quisieras. Estás cansada, y eso que mi parto fue muy bueno y corto en comparación con otros. Pues bien, estás cansada, esa episiotomía que te hicieron está empezando a fastidiar, perdiste mucha sangre y tienes anemia y para colmo tu cuerpo hierve y se prepara para una erupción, la subida de la leche. En mi caso, la matrona que impartió las clases de preparación al parto nos insistió mucho en que no claudicáramos a las primeras de cambio, que al comienzo iba a ser duro pero que pasados unos días todo cambiaría. Y yo la creí a pie juntillas y, ya sabiendo esa información, me enfrenté con coraje a todo. Luego vino un proceso de amoldarnos el peque y yo a la nueva situación y mas tarde todo fue maravilloso, como me habían prometido. Disfruté cada minuto, cada segundo en que daba el pecho a mi hijo, siendo consciente de la maravilla que estaba ocurriendo una y otra vez (que fueron muchas porque hay que ver cómo comía mi pequeño tragoncito...) y siendo consciente también de que esos momentos no volverían a repetirse. Y es que los niños crecen tan rápido, cuando a penas cumplen el año ya son tan distintos del bebé que viste nacer...

Di el pecho a mi hijo hasta algo mas de los seis meses. Era el tiempo que tenía pensado darle el pecho ampliable o no según las necesidades y/o exigencias de mi bebé. Resultó que mi bebé, en cuanto empezó a comer otros complementos fue dejando paulatinamente de tomar el pecho. Fue algo tranquilo, a su tiempo y relajado, sin traumas por ninguna de las partes, todo muy natural.

En lo referente a dar el pecho en público, pues mas de una vez me tocó hacerlo pero nunca tuve ningún problema, nadie me miró mal, ni cuchicheó, ni puso malas caras y eso que yo estaba muy atenta porque soy de las pudorosas. Eso de sacarme un pecho en público no podía hacerlo con total soltura, aunque lo aparentaba, o lo intentaba al menos. Personalmente, quizás por lo pudorosa o vergonzosa que soy o mas porque me pilló el período de lactancia en medio de un verano excesivamente caluroso, no nos resultaba cómodo ni a mi ni al bebé lo de dar el pecho en público, nada comparado a la comodidad del hogar, claro está. Lo que vengo a decir con esto es que si me gustaba mas amamantar en casa era mas por comodidad y disfrute de esos momentos entre mi peque y yo pero nunca me vi afectada por críticas si lo hacía fuera de casa.

Ahora bien, bajo mi experiencia, creo que no está tan mal visto el amamantar a un bebé en público como el amamantar a un niño de mas de dos años en público. Queda mucho, mucho, pero mucho, para conseguir cambiar ese prejuicio tan arraigado. Yo, la primera. Me he hecho el firme propósito de tratar de verlo con naturalidad y si, cuesta, sobretodo cuando te parece que esos niños tan grandes y ya con todos los dientes en la boca buscan el pecho por pura golosina, o para matar el aburrimiento, o para llamar la atención. Todo prejuicios. Pero ¿qué sabe una de lo que siente otra persona? y por último, ¿quien es una para privar de ese disfrute tanto a la madre como al niño?.

No seré yo la que tire una piedra contra las mujeres que deciden alargar la lactancia, pues como he dicho, dar el pecho a tu hijo es de las cosas mas maravillosas que he podido experimentar y, ¿quienes somos todos para negarle eso a una madre que simplemente ha querido disfrutar de esa maravilla durante mas tiempo?.