lunes, 29 de junio de 2015

¡A dormir toda la noche!

Por: Viviana Carvantes

Durante esta semana, queremos compartir con todas las mamitas de El Oficio de ser Mamá las experiencias que hemos tenido con nuestros peques a la hora de definir sus patrones de sueño.
Debo confesar, que desde el momento de mi embarazo, pensé en aquello que todo el mundo te repite apenas das a conocer la noticia de tu dulce espera, ¡Adiós a las noches de sueño! Si, debes prepararte, pero no lo hagas para no dormir, sino para ayudar a tu peque para que, desde que está en la pancita se acostumbre a pasar noches completas de lindos sueños.

¿Cómo lograrlo? Establecer una rutina de sueño para tu bebé, puede empezar desde el 3er trimestre, ayudándote con una linterna, cartulina y papel celofán, ya que dando color a la luz y utilizando la cartulina para crear un cono entre la linterna y tu panza, puedes estimular a tu bebé explicándole que la luz implica dia, actividad, significa estar despiertos y realizar las actividades como comer, bañarse, etc, al hablar con tu bebé, puedes decirle, que una vez haya nacido, durante el día jugarán y que van a disfrutarlo de principio a fin!.

Sin linterna, pero con la cartulina, ahora en la segunda parte del ejercicio de estimulación, vas a colocar tu cara cerca de tu panza y la cubres con cartulina, una toalla o algo similar, y sin luces, habla con tu bebé, y dile que ya es de noche, y que la noche implica sueño, descanso e incluso, canta una canción de cuna, para que junto a ti, se relaje y disfrute de una linda noche.

Una vez ha nacido tu bebé, tu meta debe ser que a los 6 meses pueda ya pasar una noche completa de sueño. La mayoría de los bebés despierta por lo menos una vez en la noche, sin embargo debe distinguir entre día y noche, y dormir por periodos cada vez más largos.

El principal motivo por el cual tu bebé despertará en la noche es hambre, así que puedes prevenirlo acostándolo satisfecho, luego de amamantarle hasta que dé señales de no querer más o con un tetero “bien cargado”, asegúrate de que esté con ropita adecuada, con un pañal limpio y con una temperatura agradable en su cunita, ya que todos estos factores influyen en la comodidad de tu bebé a la hora de dormir.
Si definitivamente y a pesar de tu mayor esfuerzo no consigues una noche completa de sueño de  tu bebé, puedes recurrir a algunos métodos que relacionamos a continuación:

Dale seguridad: debes hacer sentir a tu bebé que estás a su lado; una vez despierte, o si simplemente, no quiere concebir su sueño en horas tempranas de la noche, acuéstale en su cuna, dile que es hora de dormir, y sal de la habitación, seguramente va a llorar, así, que vas a repetirlo una vez lo haga, varias veces si es necesario y así sentirá tu respaldo.

Tradicional: o el método de las abuelas, ¡seguramente, el que aplicaron con nosotros! , si lactas, y tu bebé en algún momento de la noche o madrugada pide ser alimentado, ordéñate y deja listo un tetero, o en caso que utilizar fórmula, prepara uno,  y pide la colaboracion de algún familiar, idealmente el papá de tu bebé, para que no seas tú quien atienda a tu bebé. Muchas veces no se despiertan por necesidad de alimentarse, ¡sólo quieren un poco de tiempo con su mami y ser consentidos!
Es importante, que cada vez que un bebé sea atendido en horas de la noche o la madrugada, no se utilicen luces fuertes,  deben ser lo más tenues posible. Evita el contacto visual y no le hables a tu bebé y menos con tu voz de mamita consentidora.

En caso que no funcione ningún método, puedes recurrir al método del llanto controlado, un poco extremo para muchos, así que si decides aplicarlo, que sea como último recurso.
Llanto controlado: éste método tiene sus pros y sus contras, pues a muchos padres no les agrada la idea de dejar a sus peques llorar por tiempo indefinido, ya que el objetivo es que el bebé pueda calmarse por sí sólo y por periodos cada vez más largos. Una vez acuestes a tu peque empiece a llorar, ya sea al acostarlo, o a media noche/madrugada, debes salir de la habitación y regresar para calmarlo cuando haya pasado el tiempo determinado, mínimo 1-2 minutos y máximo 20, aumentando poco a poco noche tras noche. Se necesita de mucha firmeza para poner en marcha esta tecnica y se debe contar con el apoyo de la pareja.
Importante, no importa cuán desesperada estés por dormir o por calmar a tu bebé, ¡es un error gigante poner a tu peque a compartir cama contigo! Que los bebés duerman solos es un hábito, y como tal, debe ser orientado por ti.

Por último, para lograr que tanto tu bebé como tu puedan dormir toda la noche, te recomendamos establecer diferencias entre las siestas y el sueño nocturno; si te es posible, durante el día en un corral y con las cortinas abiertas,  la cuna exclusiva para la noche.
Durante el día, estimula a tu bebé, manténlo ocupado todo el tiempo que te sea posible, esto le permite concebir el día como un espacio para socializar, divertirse y aprender, también estará más cansado al momento de ir a la cama.

Esperamos que este artículo sea de gran ayuda para aquellas mamitas que se encuentran actualmente trabajando en los ciclos de sueño de sus peques.  ¡Las invitamos a compartir sus experiencias con nosotros!

Cualquier duda  o sugerencia escríbeme a mi correo viviana.cervantes@hotmail.com

miércoles, 24 de junio de 2015

Otitis media en nuestros niños

Por: Viviana Cervantes.

En este artículo vamos a darte toda la información que necesitas para manejar esta infección y acompañar a tu peque en caso que lo padezca. Paso a paso vamos a explicarte que es la otitis media, los distintos tipos de otitis, las causas y con detalle vamos a describir para ti qué pasa dentro del oído de tu peque cuando está infectado. 
La otitis media es una infección del oído. Al cumplir los 3 años, tres de cada cuatro niños habrán tenido otitis media. La infección del oído es una de las enfermedades más comunes que afectan a bebés y a niños pequeños. 
Hay dos tipos comunes. El primer tipo se conoce como otitis media aguda. El oído se infecta e hincha con líquido y mucosidad que no pueden salir. Este tipo de infección puede ser doloroso.

El segundo tipo se conoce como otitis media serosa. Después de una infección, quedan líquido y mucosidad dentro del oído. Este tipo de otitis hace que sea difícil para el oído luchar contra nuevas infecciones. Tu peque puede tener problemas para oír a causa del líquido que se queda dentro del oído.

Usualmente, la otitis media es causada por virus o bacterias que entran al oído y lo infectan. Es común después de otra enfermedad, como un resfriado. Esto quiere decir que si un niño se enferma de un resfriado, sus oídos pueden verse afectados. Es más difícil para los niños combatir enfermedades que para los adultos, por eso las infecciones del oído son más comunes en los niños. Los científicos creen que otros factores, como el humo de cigarrillo, pueden facilitar las infecciones del oído. Cuando los oídos están infectados, las trompas de Eustaquio se inflaman y se hinchan. Las adenoides también se pueden infectar. Las trompas de Eustaquio están dentro de los oídos. Mantienen estable la presión del aire dentro de los oídos. También dejan que entre el aire en los oídos. Las adenoides están cerca de las trompas de Eustaquio. Las adenoides son grupos de células que luchan contra las infecciones.

Cuando las trompas de Eustaquio están hinchadas e infectadas, es común que se tapen con líquido y moco de un resfriado. Si se tapan las trompas de Eustaquio, quedan atrapados aire y líquido dentro del oído. Es más difícil que el líquido salga del oído de un niño porque en ellos las trompas de Eustaquio son más pequeñas y más rectas que en los adultos. Por eso también las infecciones del oído son más comunes en los niños. Por lo general, las infecciones son dolorosas.

La otitis media influir en cómo escucha tu peque, ya que puede causar dificultad para oír, aunque solo de forma pasajera. Es posible que el niño tenga problemas para hablar y comunicarse por algún tiempo. Si no recibe el tratamiento adecuado, estos problemas pueden agravarse. 


No siempre es fácil saber si un niño tiene una infección del oído. A veces tiene que observarlo con mucho cuidado. Es posible que tu peque tenga una infección del oído antes de que aprenda a hablar. Si todavía no puede decir "me duele el oído", tendrás que buscar otras señales para confirmarla. Si notas algunas de estas señales, debes inmediatamente llevar a tu niño a un especialista!

-Se frota o tira de las orejas.
-Llora más de lo normal.
-Le sale líquido del oído.
-No duerme bien.
-Tiene problemas de equilibrio.
-No oye bien.
-No responde a sonidos suaves.

Cualquiera de estas señales puede indicar una infección del oído.

El médico examinará al niño y le dirá si tiene una infección bacteriana o viral y de ello dependerá en tratamiento, que incluirá antibióticos únicamente si se identifica que ha sido causada por una bacteria.

El médico también puede recetar medicamentos para aliviar el dolor de oído del niño, como por ejemplo el Acetaminofén. Los medicamentos para la alergia (antihistamínicos) o para aliviar la congestión nasal (descongestivos) no sirven para prevenir o tratar la otitis media.

Debes asegurarte de seguir al pie de la letra las instrucciones del médico ya que de esto dependerá el éxito del tratamiento, dale a tu peque las dosis completas, a la hora indicada y por el número de días que te indica el médico, puedes ayudarte creando una agenda y colocándola en un lugar visible como el refrigerador. Si el médico tratante considera que tu peque requiere de una nueva cita de control, debes asistir aún si consideras que ya tu peque ha superado la infección.

Todas las mamitas queremos lo mejor para nuestros peques y sufrimos al verlos enfermitos, así que a continuación algunas cosas que puedes hacer para que tu niño corra menos riesgo de tener otitis media. Lo mejor que puedes hacer es prestar atención. Identifica las señales de alerta de una infección del oído y permanece siempre atenta si a su niño le da un resfriado.

Importante: no fumes cerca de tu peque. El humo del cigarrillo daña la parte de adentro que suele ser muy delicada.

En El Oficio de Ser Mamá esperamos que sea de gran ayuda éste artículo que con cariño hemos preparado y que compartas con las demás mamitas tu experiencia, en caso que tu peque y tu hayan vencido una infección del oído.

Cualquier duda  o sugerencia escríbeme a mi correo viviana.cervantes@hotmail.com

viernes, 5 de junio de 2015

Como hablarle a tu hijo sobre discapacidad



Como madre de una niña con parálisis cerebral quiero para mi hija un mundo donde la integración, la tolerancia y el respeto sean una realidad. La mejor manera de cambiar esta realidad es iniciar a nuestros hijos por este camino es hablarles de manera clara y sencilla sobre la discapacidad.

La actitud de los padres es fundamental para que los niños acepten a las personas en condición de discapacidad. Nosotros como padres somos su modelo de conducta, debemos relacionarnos con total naturalidad ante cualquier persona que presente algún tipo de discapacidad, ese tipo de comportamiento será su mejor referencia.

La aceptación hacia la discapacidad debe ser clara, no podemos contradecirnos, por ejemplo: Decimos que todo está bien, que se debe tratar a una persona en condición de discapacidad con respeto, pero nuestros gestos y acciones dicen otra cosa, desviamos la mirada o simplemente evitamos hablar del tema. En ese momento enviamos un mensaje confuso a nuestros hijos, he ahí la importancia de nuestra actitud.

Debemos tener cuidado con las palabras que usamos al referirnos a una persona con discapacidad. Es muy importante no usar términos hirientes como "mongólico, retrasado, idiota, retardado, lento, enfermito, incapacitado, inválido" entre otros. También referirse a los niños sin discapacidad como niños "normales" ya que eso implica que los otros niños no lo son.

Lo ideal es que le enseñemos a las nuestros que todas las personas somos iguales pero que tenemos características distintas, podemos tener muchas cosas en común, gustos, sueños, metas, sentimientos.
Debemos dejarles claro que las diferencias no son malas, sino que nos enriquecen, nos complementan y nos hacen únicos. Que el hecho de que algunos niños demoren mas en aprender a caminar, o tengan alguna dificultad para moverse, para relacionarse con otros, para escuchar o para ver, no significa que no puedan tener una vida plena o que no puedan disfrutar de las mismas cosas que los demás, como jugar, tener amigos, ir al colegio y sentirse amados.

El respeto hacia la diversidad es la aceptación real de la discapacidad. Los niños no deben sentir lastima por las personas en condición de discapacidad, sino respeto, valorar sus capacidades y logros.
Debemos explicarles a nuestros hijos que los niños en condición de discapacidad necesitan de algún tiempo adicional para conseguir ciertas metas, pero por otra parte pueden poseer habilidades que otros niños no tienen, así que eso los hace igual de valiosos a cualquier otra persona.

Lo ideal es responder de manera clara y sencilla las preguntas sobre discapacidad que nos puedan hacer nuestros hijos, pero hacerlo de una manera tranquila, por ejemplo: Si un peque nos pregunta por qué ese niño no camina o no habla, hacerlo de una manera simple, si muestra un poco mas de curiosidad se le debe aclarar que su condición no le impide ser feliz, que es un niño como cualquier otro, que juega, aprende, le gusta divertirse y tener amigos. Alguna vez escuché a una niña decirle a su mamá que la alejara de Mariana porque "se le iba a pegar" lo que ella tenía, algunos niños piensan que la discapacidad es contagiosa, hay que explicarles que eso no es así, que es algo que se da por diferentes motivos, pero que no se pasa de una persona a otra. 
Frases como "No lo mires" "No te acerques" cohiben al niño de relacionarse con cualquier pequeño en condición de discapacidad, puede llegar a pensar que la discapacidad es algo malo y de lo que se debería sentir vergüenza.

Espero que estos consejos les sirvan a la hora de explicarle a sus pequeños de que trata la discapacidad, si tienen alguna duda o pregunta no duden en contactarme a mi correo blogeloficiodesermama@gmail.com