miércoles, 27 de noviembre de 2013

Rompiendo con los estereotipos

Por: @punketa

Esta semana tuve una citación en el jardín de mi hijo con la psicóloga encargada. Pensé que era para algo más control del jardín pero resultó ser toda una cátedra de por qué mi hijo no es como los demás.

Está claro que no soy una madre perfecta y ninguna mujer lo es, pero sé que si hago las cosas de corazón para Eric, seguro tendré mejores resultados en cuanto a educación se refiere. Me considero una madre exigente con el comportamiento de mi hijo porque prefiero que sea un niño más responsable que un vago en potencia. Tengo claras las metas que quiero con Eric y de mi depende que su personalidad y carácter se fortalezca en un futuro.

Eric tiene un par de comportamientos muy particulares que considero que no son malos ni buenos sino que están muy atados a su hermosa personalidad y que fueron el punto de mi reunión con la psicóloga:

- A Eric no le gustan los disfraces. No hay poder humano en hacerle poner ropa que no hace parte de su atuendo diario, ni siquiera gorras o sombreros. Halloween y las presentaciones del jardín al público son como sus enemigos porque así lo quiera ‘chantajear’, no accede a ponerse el disfraz.

- Le encanta la música pero no baila ni canta en público: él es un payasito en potencia y cada oportunidad que tiene en la casa de bailar a su estilo, moverse con la ‘air guitar’ o simplemente cambiarle la letra a las rondas infantiles la aprovecha. Las presentaciones de danzas en el jardín también son un karma para él y tampoco hay un método para hacerle cambiar de opinión.

Adicional a esto, mi hijo no ha presentado mayores inconvenientes con su comportamiento, es decir, es un niño de 3 años, hijo único y obvio que ha peleado por sus juguetes, se porta celoso con la mamá, se pone de mal genio por no dejarlo ver más tv, en fin, cosas que pasan normalmente a esta edad. Viendo esto y mi inconformismo presentado en este post radica en el resumen, que según la psicóloga me presenta, es que yo soy una madre demasiado permisiva y que adicional Eric tiene problemas para socializarse.

¿Cómo es esto? ¿Es decir que un comportamiento de que no baile en público en de una persona asocial?¿Que supuestamente ella dice que debo ‘sacarlo’ más los fines de semana?¿Que permitir que el no se disfrace es que Eric sea un libertino? En mi concepto la sicóloga erró totalmente en esas afirmaciones sencillamente porque considero que mi hijo es único y el hecho que él no esté dentro del estereotipo de niño perfecto no hace que sea ni yo mala madre ni él un mal hijo.

Yo educo a Eric con el corazón y con la cabeza y así mismo y aunque suene feo, yo tengo la potestad de elegir la mejor manera de enseñarle cosas a mi hijo. Por lo pronto Eric entrará a un nuevo colegio el próximo y de ahí también sabré si este comportamiento que me indicó la psicóloga es acertado y debo enfocarme en algunos aspectos.

Adicional a mi visita con la psicóloga, leí un artículo que compartió @carocoop en facebook (http://sermamaencancun.com/16-cosas-que-nadie-te-dijo-sobre-criar-varones/) y un post que hizo @mama_moderna (http://mamamoderna.com.mx/2012/09/crueldad-entre-mamas.html), todo esto durante esta semana, el cual me ayudó a entender que somos mujeres y madres únicas, con hijos únicos, con formas de pensar distintas y que sabemos de corazón que queremos lo mejor para nuestros niños. Que aunque no debemos estereotipar a nuestros hijos, debemos formar un carácter adecuado para una sana convivencia en esta sociedad de locos sin dejar de lado esa dulzura, ternura y espontaneidad que a ellos los caracteriza.









jueves, 21 de noviembre de 2013

El espejo

Por: @zavila


Tu llanto me ciega, me nubla, me descentra.

Me hace perder el control y me sumerge en aguas profundas y turbulentas.
Tu llanto me llena de miedo, de un miedo infantil que me invade sin remedio. Sin importar el momento ni el motivo, despierta el mounstro, esa inmensa y terrible criatura que vive en mí, que también soy yo.
Tu llanto me abate sin compasión y de manera mortal. Me golpea y me quita la respiración. Me reduce a nada, me hace olvidar mis habilidades de control.
Tu llanto no me deja pensar, me empuja aún mundo donde solo puedo sentir. Y esos sentimientos que afloran son intensos, egoístas y oscuros. Porque es un llamado directo a mi sombra, la trae, la hace presente, aniquilando mi escasa paciencia, irritándome hasta la inconsciencia.
Cuando eras bebé la cosa era diferente. Tengo la sensación de que tu llanto de ahora, tu llanto de niña es más intenso y poderoso, con  efectos más fuertes y profundos en mí. ¿Será por que ya no hay teta?, ¿será por qué la oxitocina no corre libre en nuestro vínculo como antes?, ¿será por que mi niña interior se refleja en tu frustración, en tu protesta, en tu inconformidad, en tu llanto que me incrimina y me desnuda?... No lo sé.
No único que tengo claro es que tu llanto es mi espejo. Un espejo gigante en el que detesto mirarme. Un espejo en el que no puedo evitar mirarme. Y entonces, en mi incapacidad de lidiar con mis sentimiento y los tuyos al mismo tiempo, te pido cosas incoherentes, hago cosas incoherentes. Y quiero desaparecer. Quiero un abrazo. Quiero tiempo. Quiero atención. Quiero exactamente lo mismo que tu me pides y que no sé como entregarte. Y no logro respirar, ni mantener la calma. Solo atino a solicitarte lo imposible, cuando yo misma no se expresar lo que me pasa y contengo mi propio llanto en un nudo inmenso en la garganta.
Pero no hay más remedio. No hay más opción que enfrentarlo. No tengo más que mirarme de frente en este espejo, cada vez que sea necesario. A pesar del temor, de la tristeza, del dolor. Con coraje, con fuerza, con humildad. Para que algún día pueda acoger esta parte oscura, entenderla, aceptarla, caminar de su mano, entendiendo un poco mejor su dimensión y su misión, que no es otra más que enseñarme, curarme, curarnos a ambas. 


viernes, 15 de noviembre de 2013

Con tu amor, yo soy feliz


Antes de ser mamá, tenía muy claro que mi felicidad no dependía de nadie más, que el “amor” de otra persona, evidentemente no iba a hacerme feliz.
Cuando llegaste a mi vida supe que mi felicidad dependía de ti, que tú eres mi felicidad.
Ese olor dulce de tu piel, que aún llevo prendido en mi nariz me hizo llorar de emoción pura, al recordarlo, vuelvo a sentir la misma emoción y las lágrimas salen con la misma fuerza que en ese momento.
Cada pequeña cosa que aprendes, con cada pequeño detalle que me sorprendes cada día me llena de orgullo y felicidad porque me doy cuenta de que mis esfuerzos dan frutos. Mi mayor satisfacción es ver tu carita sonriente y un:  “Mami, yo te amo”.
Estás creciendo muy rápido, quisiera que te quedaras así para poder protegerte, cuidarte y tenerte a mi lado siempre, pero claro, es inevitable y absurdo pensar en eso, pues sé que con cada una de las metas que alcances me sentiré más feliz y orgullosa de ti.
¿Cómo no decir que tú eres mi felicidad? Es imposible, con apenas 4 años eres muy sabio, sabes cuándo es preciso dar un abrazo y un beso, cuándo esperar en silencio a la caricia de mamá, sabes diferenciar las lágrimas de tristeza de las lágrimas de felicidad, esas que tú y sólo tú me robas a diario.
Para mi cumpleaños, siempre me das el mejor regalo. Verte disfrazado de rey, cuando apenas tenías 4 meses, me dio una alegría inmensa; tus ojos grandes y negros ávidos por descubrir y explorar, miraban alrededor los disfraces y colores del Halloween. Un año después, vestido de perrito granjero y, dando tus primeros pasos, caminaste mucho y llenaste tu primera calabaza, no cantabas, yo canté por ti. No tuve pena, estaba orgullosa por tenerte de mi mano. Después fuiste un ratón, yo fui mamá ratona, nuevamente, juntos caminamos. El año pasado, rugiste como un león. Este año, ya no pude ponerte el disfraz que  yo quería, ya eres un niño grande, perfilas tus gustos y debo respetarlos, fuiste el Capitán América. La sonrisa que se dibujó en tu linda carita cuando tuviste tu disfraz, no se compara con nada.

Tal vez este ha sido el mejor de todos los cumpleaños que he pasado a tu lado, sentí cosas inexplicables en el pecho, tanto así, que sentía que se me iba a explotar el corazón. Escucharte cantar por primera vez pidiendo dulces, mientras ibas de mi mano, ese fue el mejor regalo que he recibido en mis 27 años, 5 de ellos a tu lado y sin lugar a dudas, los más bellos, los más llenos de sentimiento, LOS MÁS FELICES.

Hijo, te amo como a nadie podré amar jamás. También quiero darte besos y abrazos que nunca se acaben, esos que cada mañana cuando recién te baño me pides. Sólo te quiero pedir algo, algo que te pido cada día, JAMÁS sueltes mi mano, ten la certeza de que jamás te soltaré, nunca te dejaré solo, pues sería la persona más infeliz del mundo.

Twitter y discapacidad

Por: Carolina

Entré a Twitter hace 4 años, ahí se ve de todo, he encontrado personas amables con las cuales he entablado una grata amistad virtual, que incluso a muchas de ellas he tenido la fortuna de conocerlas personalmente, también hay otros personajes no tan amables. He conocido a fans de Nirvana de todos lados del mundo, tengo 2 hijas adoptivas en España y Venezuela,  hasta conocí a la que hoy es mi mejor amiga y cómplice. 
Intercambiando tuits con otras mamas nació la idea de El Oficio de ser mamá, y luego de ver la acogida que tenían mis post sobre Nana y su discapacidad decidí crear este espacio, todo con el fin de crear conciencia sobre lo que significa vivir con una discapacidad, no importa de que tipo, quise mostrarle al mundo todos los avances de mi hija, no por inspirar lástima o llamar la atención como algunos han dicho, sino para que conozcan su lucha, porque la única heroína de esta historia es ella, mi hermosa Mariana.

Hace ya algunos días estaba trabajando en el blog y me llega una mención donde me dicen que un tuitero publicó una foto de Mariana en su timeline y se estaba burlando de ella. De inmediato me puse a revisar y encuentro que "Joselo Funesto" @nosoyjoselito_ había puesto un printscreen de una foto sacada del Facebook de El Mundo de Nana Banana con un comentario bastante burlon, e inevitablemente rompí mi promesa de no pelear con nadie en Twitter.

Temblaba de la rabia, a mi no me cabe en la cabeza como alguien puede burlarse de una niña con discapacidad, sea mi hija o no eso no tiene justificación de ningún tipo. Escribí muchos tuits llena de rabia, mis followers como siempre me respaldaron y me dieron la razón. El directamente implicado (Al cual ni siquiera seguía porque publica fotos asquerosas y sangrientas) responde diciendo que no me conoce y que no sabía que era mi hija, lo cual no es excusa para sus actos. Su novia @fergicienta una "Diva tuitera" sale en su defensa alegando que todo era mi culpa, que esto sucedía por exponer a mi hija en redes sociales. Este era el punto al cual quería llegar y quiero plantear los siguientes interrogantes:

-¿Debo esconder a mi hija del mundo, de la sociedad para evitar que se burlen de ella?
-¿Debo dejar de publicar sus fotos y no hablar de ella en mi Twitter y Facebook?
-¿Debo cerrar este blog y su fan page para evitar que este tipo de cosas sucedan nuevamente?
-¿Debo dejar de trabajar en pro de la inclusión social, escolar y laboral de las personas con discapacidad y de crear conciencia sobre el respeto y la tolerancia?

La respuesta a todas estas preguntas es un rotundo NO! Mi misión en esta vida es luchar en contra de la discriminación, crear conciencia sobre lo que es vivir con una discapacidad, dar a conocer no solo mi lucha personal al ser la mamá de una nena con parálisis cerebral, sino las batallas que libran muchos otros niños y sus familias. Yo me siento orgullosa de mi hija Mariana Sofía y de cada uno de sus logros por mas mínimos que sean, yo no me avergüenzo de ella, nunca lo he hecho y nunca jamas lo haré, ella es mi mayor tesoro, mi vida entera! 

Está bien que las redes sociales son para divertirse, pero creo que esa "diversión" tiene sus limites. Abrir una cuenta con una foto y un nombre falso es muy fácil, escribir cuanta estupidez se le ocurre, burlarse de personas enfermas, discapacitadas o de color es solo una muestra de lo podridas y enfermas que son las mentes que están detrás de esas cuentas. Alegar que esas cuentas falsas no los representan como persona es el peor argumento que pueden usar, porque uno no escribe nada en redes sociales o en ningún lado sin antes haberlo pensado. Cada quien es dueño de sus actos eso está mas que claro, pero siempre debemos pensar en como estos afectan a otras personas.

Y como reflexión final quiero decirles que antes de emitir un juicio, una burla o algún comentario fuera de lugar sobre cualquier persona con discapacidad piensen por un momento todo lo que esa persona ha tenido que pasar en la vida y no solo ellos, sus familias, seguramente han tenido que aguantar burlas, discriminaciones, graves problemas de salud etc. Tener una discapacidad no los hace menos personas, todo lo contrario, son guerreros valientes que a pesar de los problemas ahí siguen rompiéndola, son madres entregadas a la recuperación de sus hijos, son historias de vida y ejemplos de superación, y yo a eso no le veo nada de gracioso.

PS: Por un tuitero que se burla de Mariana hay 100 otros que la quieren y la admiran, hasta tiene club de fans!

Tomado de "El Mundo de Nana Banana"

jueves, 14 de noviembre de 2013

La camiseta de Hulk


El título de éste post es bastante particular, sin embargo, al adentrarnos en él veremos que es algo más complejo que una simple camiseta.
Hace unos meses, estábamos con madre y Pellusa en uno de esos paseos nuestros en el centro comercial que nos queda más cerca del hogar. Vimos que había descuento en un almacén de ropa infantil al que habitualmente vamos, compramos unas pijamas que le hacían falta a Pellu. De pronto pude ver una camiseta que me encantó y le pregunté a mi hija: “¿Te gusta?” ella respondió que SI, con ojos grandes y sonrisa pícara, al unísono se escucharon las voces de la vendedora y de madre “NOOOOO! eso es para niños!” La camiseta que tanto nos había gustado era una camiseta de Hulk, verde esmeralda, con una caricatura del personaje genial, ese día debo confesar sucumbí a la presión social, y le terminé comprando sólo las pijamas de Barbie y hello kitty.
Pasaron los días, y no lograba sacarme el tema de la cabeza, mi yo feminista y trasgresor regañaba con fuerza a mi yo social y permisivo: “Como no se la compraste, eres una boba” y cosas por el estilo dieron vueltas en mi loca cabeza por muchísimos días. Un día en el que regresaba del trabajo, madre me cuenta que organizaron un paseo para el día de brujitas (31 de octubre) en el colegio de Pellusa, pero como la directora es cristiana, no tenían que ir disfrazados sino con camisetas de colores y al curso de Pellu, le tocó el color verde, inmediatamente le dije a ella, Pachi (Así le digo también) “Vas a ir a tu paseo con la camiseta de Hulk”. Madre me quedó viendo raro, y me dijo: “Tu si está bien loca, pero si, cómprasela” La verdad era bonita la camiseta, y de la emoción nos fuimos ese mismo día a comprársela, faltaba más de un mes para el paseo.
Un día en el que íbamos a ir a cine, a vernos “Aviones”, que por cierto aburrió muchísimo a Pellusa, le puse la camiseta de Hulk, el multiplex estaba lleno, y al menos cinco personas comentaron a nuestro paso: “Mira tiene camiseta de niño” y de hecho cuando salimos al baño una señora de esas “bien” se me acerca y me dice: “Si la vistes como niño va a querer ser un niño” Yo amablemente le dije: “No, ella es una niña con una camiseta de un superhéroe” y Pellusa le dice: “Mi camiseta es de Hulk y hace grrrr con los puños cerrados” Y la señora me dice: “Si ves? Ya hace como niño” y Pellu le dice: “Como niño no, como Hulk!” Esa es mi hija!
Luego fuimos al supermercado a comprar algunas cosillas para completar mercado, y en la fila una niña como de 8 años, le dice a Pellu: “¿Tu por qué tienes camiseta de niño, es de tu hermanito?” Y mi hija le dice: “Es mía mi mamá me la compró, y no es de niño” La peladita le dice: “Si es de niño porque las niñas usamos camisetas de niña, como está  es de rosita fresita” y yo me terminé metiendo y le dije pues a ella le gusta y por eso la tiene.
No soy autoridad en el tema, porque como saben soy ingeniera no psicóloga, pero nunca entendí ese tema de los colores, y los moldes, estamos tan estructurados que si el bebé no lleva algo rosa, es niño, me pasó mil veces, el coche de Pellu era azul turquí (oscuro), y yo le compré ropita de todos los colores, hasta un mono de cebra tenía. Pellusa es una niña súper femenina, tanto que no sé cómo es hija mia, yo siempre he sido un niñito con tetas, sin embargo ella le encantan los superhéroes, y R2D2 es uno de sus juguetes favoritos, y no creo que eso la haga menos niña. ¿Por qué un niño al que le gusta la doctora juguetes es sospechoso? Esas etiquetas nos cuadriculan y está tan estandarizado que una niña de 8 años, lo dice.

Yo no creo que haya cosas de niño y de niña, nuestras mentes ya cuadriculadas lo marcan así, con esto no quiero generar polémica ni pretender cambiar el modo de pensar de la gente, sólo los invito a que seamos más abiertos de mente, creo que eso ayudará a criar hijos más felices.