martes, 26 de febrero de 2013

Lágrimas de ternura



Por: @Jackiecoffee

En una de esas tardes de palomitas con mis niños, viendo tele, paso un fragmento de un nacimiento de gemelos (documental), yo explicándoles para que no se asustaran, que es natural que así nacen los bebés y que es hermoso y que por eso es bello ser mujer.
Mi hijo Lua de 8 años me escuchaba en silencio, viendo al mismo tiempo el dolor de parto de la de la tele; y después de un rato me dijo con una carita de tristeza: "Mami, me disculpas por haberte lastimado cuando nací?"
Lo único que pude decirle entre lágrimas de ternura fue: "Te amo chaparrito y soy capaz de soportar eso y más por ti!"


Jackie, mamá de Lua y Teté

lunes, 25 de febrero de 2013

Se nos pasa el tiempo...


Por: @perenguena

A pesar de que es muy claro que nuestros chiquis se crecen en un abrir y cerrar de ojos, es así que noto que del bebecito que entro a párvulos hace un par de años queda poco...
Verlo crecer día a día me hace sentir afortunada!

Despertando a la realidad

Por: @cats_caliope

En una de esas muchas, variadas y locas conversaciones con mi hijita Juliana Isabel (Pellusa), me pidió que le leyera el cuento de "La Sirenita" del libro que madre me regaló cuando yo era chiquita, yo le pregunté tú como sabes que tu abue me regaló ese libro, y con su tradicional desparpajo me dice: "Mi abuela me lo contó". Acto seguido me pregunta: "Mami tú fuiste chiquita?" Yo le respondo: "Claro que sí mi niña yo fui pequeña así como tú" Y ella incrédula me dice: "¿Cómo yo?", "Sí como tú, tal cual".
Esa noche una vez finalizada mi jornada diaria procedí a acostarme, apenas puse la cabeza en la almohada, sentí un fuerte agujonazo en el pecho, la cara se me puso como caliente y sentí como una energía que bajaba de mi cabeza, saben así se siente un pequeño ataque de pánico, y eso fue lo que tuve cuando por primera vez entendí y se me hizo tangible que la Pellusa va a crecer, en ese momento una catarata de pensamientos, ideas y miedos se me agolparon entre el pecho y el alma.
Por vez primera entendí que Pellusa no va a ser mi pequeña libélula toda la vida, que en algún momento de la vida no podré cargarla, que en muchos momentos más va a querer estar sola y mis palabras la confortaran, pero no las querrá escuchar, que su ídolo, modelo y guía no voy a ser yo, que va a refutar muchísimas de las cosas que digo, aunque sean por su bien.
Que vamos a discutir porque no estamos de acuerdo en todo, que en algunas ocasiones va herir mi corazón al punto de provocarme las lágrimas y hacerme sentir una tristeza infinita, que muy seguramente va a querer irse de mi lado para buscar nuevos horizontes porque la estoy criando libre e independiente.

Al final de mi noche de epifanía pude entender lo que sintió mi madre cada vez que yo hice cada una de las cosas que me aterra que Pellusa haga, y eso me hizo amarla y valorarla aún más, yo soy su niña, ahora puedo entender por qué a pesar de mis  34 años aún me recuerda que me lave los dientes y cada mañana está en mi cama la muda completa de ropa perfectamente organizada y hasta con calzones, es simplemente porque ella es mi madre y su amor por mí es infinito.

El amor de una madre es infinito.

lunes, 11 de febrero de 2013

Los pañales: Una era que aún no finaliza

Por: @cats_caliope


Los pañales han sido un elemento que me ha acompañado durante todo éste periodo de maternidad, desde aquel mini pañal para recién nacido que se le entrega a la enfermera de urgencias.
Allí vino mi primer susto como madre porque ningún libro te prepara para la impresión de ver el pegote negro que es el meconio, en los siguientes meses, todo marchó relativamente normal, lo que si con un rubro altísimo por el concepto de pañales.

Cuando tuvo más de 6 meses empezamos a probar con pañal de tela con pantaloncito ajustable impermeable en las mañanas ésta opción le daba frescura y adicionalmente estábamos siendo amigables con el medio ambiente, sin embargo, al mes mi madre renunció jajaja no era fácil la lavadera de pañales y menos cuando eran del acto no. 2. Así que volvimos a pañales desechables todo el tiempo.
Cuando cumplió 1 año, y como manda la tradición no se cual, ya debía empezar a avisar y teniendo en cuenta lo caluroso del clima empezamos a probar con calzones de tela, los charcos eran frecuentes muy frecuentes, tanto que tuvimos que comprar trapero y balde del chichi, finalmente antes de cumplir los dos años, la pellusa avisaba más o menos cuando tenía chichi, por lo que los charcos disminuyeron, allí siguió el entrenamiento hasta que ya desaparecieron los charcos, y con ellos los pañales desechables para salir a la calle, continuábamos con pañales para dormir y para hacer popó. Le compramos un adaptador para la taza de Mickey mouse y llegó el punto en el que ella misma iba lo colocaba y se sentaba, lo que si la complicaba era la bajada y sobre todo la subida de la ropa.

A los 2 años y 7 meses ingresó Pellusa al colegio no usaba pañales y tenía un horario definido de hacer popó que no coincidía con el horario de clases, para ser su primera experiencia escolar ella estaba regia, sin embargo, no le gustaba el baño del colegio y muchos días no hacía chichi allí, sino que llegaba poco menos que en una carrera contra el reloj al baño de la casa, hablando con ella, explicándole logramos que hiciera chichi en el colegio, no crean que es fácil convencer a una pioja tan pequeña y terca como la Pellusa.
Cuando fue a su cita de los 3 años con el pediatra, éste nos recomendó eliminar los pañales en la noche, toda vez que en muchos casos estos amanecían totalmente secos, y así empezó el nuevo entrenamiento, poquita agua y una ida a hacer chichi antes de acostarse y todo listo, pues ni tanto, Nelson el pediatra nos recomendó no levantarla porque eso era mandar en su esfínter, sin embargo la primera semana nos demostró que si no queríamos acabar con el colchón nos tocaba mandar en el esfínter, ahora es en muchos casos ella misma quien despierta y hace chichi solita, digamos que éste entrenamiento pasó sin mayor sobresalto.

A la fecha aún usamos pañales para hacer popó no se escandalicen mi niña apenas tiene 3 años y 7 meses, y los usa por una simple y sencilla razón, Pellusa sufre de estreñimiento (se ha tratado con medicamentos naturales, ahora sólo con frutas), por tanto cuando hace popó hace en gran cantidad y con poca hidratación por tanto para ella es doloroso, además ella prefiere hacerlo sola donde nadie la vea, cuando está de pie y con el pañal siente menos dolor y presión, además que va y se mete en su cuarto a hacerlo solita, luego de un rato avisa que ya, la recomendación del pediatra es que mientras no normalicemos la popó no podemos proceder a la última fase del entrenamiento de retiro de pañales.
En la medida que los hijos crecen se van aprendiendo más y más cosas nuevas, creo que si alcanzo a tener otro me equivocaré menos, las cosas en los niños se dan naturalmente, no hay que forzarlos, ellos mismos van decidiendo hacer las cosas, y algo tan simple como la ida al baño no se puede convertir en una pesadilla. He escuchado métodos de entrenamiento que incluyen palmadas cada vez que el pequeñin se hace pipí esto es una locura quien dijo que un bebé de un año debe controlar esfínteres como si fuese un adulto, hay que darle tiempo al tiempo y no permitirnos caer en el tan humano hábito de acelerar las cosas.
Yo me equivoqué con Pellusa pretendí que se acabaran los pañales con el popó porque ya estaba grande, la pregunta es: ¿Grande para qué? Y lo que sufrimos fue un retroceso y además mi pobre niña pasó 4 días sin hacer popó porque la aterrorizaba sentarse en el baño, como fue tanto el tiempo me tocó colocarle un enema para que pudiera hacerlo; y todo por mi terquedad y falta de criterio, les cuento ésta historia que me avergüenza y tortura para que no cometan el mismo error. 
Para ahorrar un poco en el gasto de pañales recomiendo aprovechar promociones y paquetes grandes de pañales, al costo unitario salen más económicos, hay una marca de pañales que te da puntos por empaques y puedes reclamar cosas útiles para el bebé, no compres pañales de los genéricos son muy calientes y provocan irritación, prefiere de los tipo tela, en cada cambio de pañal es importantísimo el uso de crema, prefiere de las medicadas son más efectivas, la idea no es embarrutar al bebé especialmente si es una niña, una capa delgada que cubra toda la zona es suficiente.

viernes, 8 de febrero de 2013

No compares a mi hijo

Por: @punketa

Como madres siempre hemos escuchado por parte de nuestros familiares, conocidos o amigos cosas como 'Es que mi hijo si hace eso' o '¿No le has enseñado a hace eso? Horrible'. Cuestión que nos ofenda como madres es que comparen a nuestros hijos con otros niños porque simplemente para cada una, nuestros niños son perfectos así como son y como les hemos enseñado las cosas de la vida.

Cabe anotar que, bueno, no es que sean perfectos, pero si estamos orgullosas en decir que nuestra labor es la mejor para ellos y que no buscamos nunca hacerles mal en lo que le enseñamos. Sabemos que en algunas ocasiones nos pasamos de la raya en un regaño, en la cantidad de dulces, en el tiempo frente al televisor, pero son cosas que naturalmente suceden.

Cuando ya tenemos al frente a alguna persona que nos indica que otro niño es 'mejor' que el de nosotros, simplemente nos ponemos furiosas. La comparación entre niños es odiosa y no es bueno empezar una carrera de competición de habilidades entre niños. Cada niño es único, tiene capacidades diferentes, habla distinto y hace las cosas a su modo.


Aunque tampoco nos digamos mentiras, nosotras en nuestro orgullo y en nuestras cabecitas pensamos en la comparación de los niños. Quizá muchas no lo mencionamos, simplemente pensamos en lo 'lindos' que son nuestros hijos y que ellos no hacen nada mal. La cuestión en todo este tema es que no debemos ser hirientes en decir que quizá una mamá debe corregir o mejorar algún aspecto que de verdad puede llegar a ser molesto. Un consejo de madre a madre con sinceridad es la mejor manera de aprender de otros y posiblemente si lo ponemos en práctica algo bueno sacaremos; mientras que si lo decimos de manera displicente de seguro tendremos problemas con los demás.

La verdad, aquí realmente no estamos para juzgar a nadie porque, como hemos leído, tenemos niños de diferentes partes, con diferentes capacidades y hemos pasado por distintas experiencias en la vida. Queremos complementar nuestros conocimiento con todas las madres que conocemos, queremos consolidar lindas amistades y que nuestros hijos puedan estar orgullosas de nosotras por haber construido algo tan bonito como este espacio virtual. Así que la palabra comparar debe estar fuera de nuestro léxico.