domingo, 15 de enero de 2012

Pensamientos de una madre. Parte III

Por: @Loremipsumada

Ya mi bebé tiene 6 meses y medio: intenta gatear, se sostiene muy bien cuando está sentado y tiene unas ganas incontrolables de explorar todo a su alrededor. Estoy muy feliz de ver lo inteligente y hábil que es.

Desde que aprendió a sentarse (a los 5 meses) sus ganas de explorar aumentaron y con ello, aumentó el cuidado que debo tener con él. Antes era un poco menos complicado: en donde lo dejaba, ahí se quedaba. Ahora, debo tener ojos en la espalda y no dejarlo en ningún lugar en donde pueda correr peligro. Ellos aprenden muy rápido y en cualquier momento, se dan la vuelta y tome ¡su primer "totazo"! Juan todavía no se ha llevado el primero, gracias a Dios.

Uno piensa que mientras ellos se van independizando, se va a tener más tiempo libre y NO. Mirando en retrospectiva, la etapa en la que más tiempo se tiene es cuando están recién nacidos. Duermen cada 3 horas y solo se levantan para comer; pero recuerdo que yo vivía más cansada en esos días que ahora.

Pero todo tiene su razón y esto se debe a que ya no trasnocho como antes: mi bebé duerme toda la noche y eso me permite descansar y recargar baterías para poder dedicarle todo mi tiempo al otro día.
Pero se acabó, llegó la hora que no quería que llegara. Volveré a retomar mi rutina y eso me tiene algo ansiosa. Tendré que empezar a trasnochar para poder estudiar y acostumbrarme a dormir menos de los acostumbrado. No sé cómo organizar mis clases: si en la mañana o en la tarde; no sé cuánta leche dejarle para un día, no sé cómo hacer para que la persona que lo va a cuidar entienda que él tiene una rutina y la respete y mucho menos sé cómo empezar a introducir su nueva rutina sin que sea un cambio brusco.

Me preocupa mucho su rutina de sueño y de alimentación, ya que mi hijo solo se duerme con la teta. Además, jamás le gustó tomar leche en el tetero y muy de vez en cuando, toma su jugo en un vaso con boquilla de huequitos. He intentado darle leche ahí para que se vaya acostumbrando pero es tremendo lío. Llora sin césar reclamando su teta.

Creo que poseo problemas.

Tengo miedo: no quiero que sufra y que se vaya a sentir abandonado. No quiero llegar a la casa y encontrarlo llorando. No sé qué debo hacer para que ésta separación no sea tan traumática para él.


¡Recibo consejos!

2 comentarios:

  1. Tranquila... Los cambios siempre son momentos difíciles, pero los podemos enfrentar y salimos airosos. Sé que suena fácil, pero te prometo que sé de qué hablo. Cada cambio significativo en la vida de los hijos produce ansiedad en nosotras... es normal, pero verás que ellos tienen una capacidad de adaptación sorprendente.

    A veces no podemos evitarles pequeños dolores, pero seguramente si empiezas paulatinamente será algo más fácil para ambos.

    Ya verás, en un mes estarán ambos muy adaptados y habrá comenzado una nueva etapa en sus vidas.

    Un abrazo!

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  2. Gracias Natalia, tus palabras me reconfortan. Yo solo quiero el bienestar de mi bebito. :D

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