Por: Marlene Sierra, la mamá de @cats_caliope
Estando “soltera” si entre comillas porqué hasta el sol de hoy lo soy eso si sin vestir santos, no le prestaba mucha atención a los disfraces la fiesta de Halloween no era tan popular como ahora, después de un tiempo me dí cuenta como mis compañeras que eran mamás hacían todo por comprarle los disfraces a sus niños, un día saliendo del trabajo vi a una niña disfrazada de bailarina y pensé cuando yo tenga a mi niña la voy a disfrazar de bailarina.
Pasó el tiempo y si tuve una bebita hermosa y cuando creció le dije: te voy a disfrazar de bailarina y la disfracé de bailarina y se veía hermosa.
Al año siguiente ya estaba más grande y fue ella misma quien escogió el disfraz fue la abejita maya, se veía tan grande.
Al siguiente año la economía no me permitió comprarle un disfraz, y ella así de amiguera e inventora como ha sido siempre, se consiguió un disfraz de princesa árabe prestado con la vecina, pero yo en mi falso orgullo me negué a que lo usara. Y ahora viendo en retrospectiva me doy cuenta como a veces nos complicamos la vida y se la complicamos a los hijos.
El día de las brujitas es un día muy lindo hecho para que los niños se disfracen y sean felices.
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