Por: @punketa
Mi pedacito de bebé
es un niño a veces medio raro, tiene unos gustos un poco extraños que ni sé de
dónde los ha aprendido. Uno de esos casos es el uso de gorros, capotas,
sombreros, entre otros. Lo único que sabe que 'debe' ponerse es el pasamontañas
que utiliza al salir temprano de la casa rumbo al jardín, pero es por el frío.
Debido a este caso,
ponerle un disfraz el cual le tape la cabeza o parte de la cara es algo que le
resulta muy incómodo y no lo soporta. El año pasado decidí mandarle a hacer un
disfraz algo cómico y muy a mi gusto (debo aceptarlo) que fue el pájaro principal
del famoso juego para móviles Angry Birds. Aunque me tocó chantajearlo al
principio, se dejó al disfraz al final del día. Me divertí mucho con el porque
la gente lo miraba con curiosidad al no saber bien el personaje del disfraz y
otros incluso, pidieron foto junto a él. Toda una sensación.
Este año, como para
seguir la tradición de sencillez, decidí comprarle una especie de
pijama-disfraz de esqueleto que es calientito (por el clima que hace en las
últimas semanas en Bogotá) y que es bastante cómodo. Una de las cosas que me llamó la atención es
que puede utilizar el disfraz no solo como pijama sino también quizá como un
rico saco abrigador.
El factor esencial, como madre, es que un disfraz no sea demasiado aparatoso para los peques, pues en algunas ocasiones no se lo aguantan y terminan no pareciéndose para nada a la idea original. Además debemos tener en cuenta que un disfraz cómodo le permitirá disfrutarlo ese día, podrá correr, jugar y demás actividades que pueden surgir de la celebración.
Vamos a acompañar a
nuestros hijos a esta celebración de halloween, vamos a caminar y a lucir los
hermosos disfraces que hemos seleccionado junto a ellos, divirtámonos, comamos
muchos dulces y cuidémoslos en los sitios de alta recurrencia.
Que pasen un lindo
día junto a sus peques :)
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