Por: @luiferpadi
Desde que estaba embarazada tuve claro que quería amamantar a mi bebé, leí todo respecto al tema y me preparé física y sicológicamente para lograrlo exitosamente. Al momento de nacer, Isabella tenía bajo peso, por lo que se la llevaron a cuidados neonatales inmediatamente y aunque solicité que no le dieran biberón sino que me la pasaran para alimentarla en el momento en que fuera necesario… pues no me hicieron caso y lo primero que le dieron fue formula! Luego cuando ya estábamos en la habitación me la dieron para lactar y después que le daba, le daban otro biberón con formula.
Todo esto me hizo sentir frustrada porque no era lo que yo quería y tenía planeado, pero bueno, no tenía otra cosa que hacer sino dejar que los médicos hicieran lo que sería más conveniente para Isa.
Ya en la casa, el tema no mejoró mucho, le daba a mi bebé pecho a libre demanda pero nunca era suficiente ella siempre quedaba con hambre y muchas veces tenía que complementar con formula. Llamé a una asesora en lactancia quien fue a mi casa y me dio algunos concejos que fueron muy útiles en su momento, sin embargo nunca me salía leche suficiente y eso me hacia sentir muy mal porque nada salía según lo planeado, la lactancia exclusiva cada vez era más difícil de lograr…
Tomé agua de hinojo por montones, pasil, gotas homeopáticas, me estimulaba con el extractor constantemente y hacia todo lo que madres y abuelas conocidas me decían, con esto logre aumentar un poco la producción pero igual nunca era suficiente.
Finalmente, al tercer mes me enfermé y me recetaron un antibiótico que le sentó muy mal a Isa y me tocó dejar de lactar por un tiempo, lo cual me hizo reducir nuevamente la producción, volví a usar todos mis remedios pero nada me funcionó… así que dejé de lactar definitivamente.
Me sentía triste, frustrada, incompleta, yo pensaba que la lactancia iba a ser más fácil pero en mi caso fue bastante complejo.
Sé que hice todo para lograrlo y eso es un consuelo, sin embargo hubiera preferido que mi hija solo tomara leche materna por lo menos hasta los 6 meses porque es el mejor alimento. Pero como dice la canción “si no se pudo, pues no se pudo…” igual Isa gracias a Dios está muy bien y sana y cada vez que sale del pediatra tiene una carita feliz =)
Hoy le digo a las madres y futuras madres que lo mejor es la leche materna, pero cuando no se puede lactar por alguna razón lo importante es seguir fomentando ese contacto con nuestros hijos y esa conexión a través de las caricias, los abrazos, el amor infinito de madre, que con o sin lactancia va a permanecer en el tiempo.
No hay por que frustrarse ni sentirnos menos madres cuando no podemos lactar, lo digo por experiencia propia!
te paso un post que escribi hace un tiempo con mi experiencia de ser mamá de poca leche: http://mamacitas.lamula.pe/2011/11/02/no-soy-una-vaca-lechera/mamacitas
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