miércoles, 15 de febrero de 2012

No soy una vaca lechera

Por: @ximenasp 
Entre mis varias locuras tengo la de querer saberlo todo. Cuando me enteré que estaba embarazada leí todo lo que pude sobre los meses de embarazo y el parto. Durante mi preparación teórica para la maternidad siempre me salteaba la parte de la lactancia. Pensaba que no podía ser tan difícil porque es ponerle la teta y ya no? Además, el tema nunca me interesó mucho y pensaba que si no se podía, le daba un biberón y punto.
Yo quería un parto natural, con mi esposo, sin epidural ni anestesia y planeaba y aprendía obsesivamente sobre eso. Y claro, sucedió todo lo contrario.
Pasar por una cesárea de emergencia despertó inesperadamente una necesidad de darnos a mi hijo y a mi la oportunidad de conectarnos como no pudimos durante su nacimiento. E inmediatamente supe que yo tenía que darle teta.
Yo no sé por qué nadie me informó con suficiente convicción que la lactancia es super difícil. Las heridas del inicio me dolieron tanto como la sensación que vino días después cuando mi hijo lloraba y quería estar en la teta todo el día. Pasé mis primeras semanas escuchando: “Seguro no tienes leche”, “está flaquito, hay que complementarle con fórmula”, “mucho llora, se está quedando con hambre”. Pero yo tenía una misión.
Me entrené en lactancia materna en el mero ruedo. Blackberry en mano leí textos de la Liga de la Leche, KellyMom, BabyCenter, etc. En el otro brazo mi bebé agarrado de la teta. Ojala tanta onda electromagnética no le haya hecho mal pero yo sentía que tenía que insistir en la teta y buscaba sustento para mi intuición.
Y dio resultado. Aprendí que en lactancia, casi todo es normal. Es normal si un bebé se pasa una hora o más mamando, es normal si un bebé te pide más teta a los 15 minutos de haber mamado. Aprendí que la teta no es solo leche sino calor y cariño, y que la mejor manera de tener más leche es darle teta cuantas veces te lo pida tu bebé.
Sin embargo, los comentarios y las dudas te golpean la autoestima y por miedo a que el resto tuviera razón, algunas noches le dimos una mamadera de fórmula antes de dormir para ayudarlo a ganar peso por si mi leche no era suficiente. Al final no fue tan malo. Eso nunca puso en riesgo mi producción y las mamaderas fueron excelente momento para que yo durmiera y su papá se dedicara a él por varias horas.
Luego del segundo control adquirí más confianza y las ocasionales mamaderas de fórmula desaparecieron. Cuando mi hijo cumplió 5 meses dejé de prestar atención a su peso porque estaba claro que él era de los gorditos.
Pero lo cierto es que yo no soy una vaca lechera. Nunca sentí cuando “me bajó la leche”, en contadas ocasiones mi ropa se mojó, nunca supe qué era eso de que el bebe se queda “borrachito” después de mamar. Cuando me empecé a sacar leche allá por el tercer o cuarto mes, me di cuenta que no saco más de 4 o 5 onzas en total por cada extracción (si pasan 5 horas me saldrán 6 onzas). En secreto odio a las que me dicen que se sacan 10 onzas así sin esfuerzo. Mi hijo, hoy con 9 meses, parece que ha aprendido que conmigo va a tener siempre que rascar la olla. Y a pesar de eso, él es sano, gordito y feliz.
Créeme: tú produces lo suficiente para tu bebé. El porcentaje de mujeres que produce poca leche es muchísimo menor de lo que te imaginas. Lo que pasa es que una cree que produce poco y eso sucede porque falta información y apoyo. Los pediatras no saben tanto de lactancia como te imaginas y una nunca sabe dónde ubicar a especialistas en el tema.
Hay bebés que toman mamaderas de 7 onzas de leche materna desde los 2 meses, el mío tiene 9 meses y toma 5 onzas cada 3 horas (además de su almuerzo y cena) y cuando vuelvo del trabajo, mama todo el tiempo (y en las madrugadas más!!). No te desanimes con la que te dice que a los 3 meses ya se sacaba 9 onzas. Bien por ella. Tampoco escuches a las que te dicen: “Una hora en la teta? Pero ya no saca nada!” (esas, te apuesto mi sueldo, nunca han dado lactancia materna exclusiva). No hagas caso a los que dicen que hay que darle solo 15 minutos por teta (están locos). Si tu pediatra te dice que tu bebé está flaco y que hay que darle fórmula, consulta a otro pediatra para corroborar (lactancia materna no es un curso en la carrera de medicina). Además, “estar justo de peso” no significa estar bajo de peso. Si está dentro de la curva, así sea en un percentil bajo, tu bebé está bien. Si te parece poco lo que te sacas, no te preocupes, a veces es culpa del extractor y de todas formas tu bebé saca mucho más. Cuando consultes a alguna amiga o conocida, asegúrate que haya dado lactancia materna exclusiva de verdad y de preferencia a una consultora de lactancia. Ah sí, sabes qué? Si un día le das una mamadera de fórmula por salud mental o por la razón que sea, nadie se va a morir, pero no lo hagas costumbre sino tu producción sí baja.
No soy capaz de decir hasta cuando le daré leche materna. Yo no sé cuanto durará mi poquita leche y de repente por eso cada día de lactancia para mi es mágico, milagroso y lindo. Y seguiré dando todo lo que pueda porque cada gotita que me saco va a la panza de mi hijo y lo hace más sano y feliz y de paso a mí también.
Si quieres aprender más sobre lactancia materna recomiendo ir a las sesiones de la Liga de la Leche (que están por casi todo el mundo) y seguirlas en Facebook. En twitter encuentras muchísimas cosas chequeando el hashtag #bfing o #lactancia y si tienes una pregunta específica, escribe a nuestro blog (tengo varios folletos que puedo enviarte) o googlea tu duda (me da la impresión que hay más artículos sobre el tema en inglés que en castellano). Si ya te toca volver a trabajar y no tienes plata para comprar un buen extractor, hay empresas que alquilan.

2 comentarios:

  1. Me siento identificada completamente! ojalá hubiera leído este post antes...porque tuve que darle siempre complemento a mi bebé desde el primer mes porque según la pediatra no estaba bien de peso; aunque al menos le seguía dando teta..y lo hice hasta los siete meses. Saludos,

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  2. Excelentes palabras!!! Y es totalmente cierto lo de los pediatras, es muy dificil encontrar a uno que promueva la lactancia materna, yo decidí ignorar todos esos comentarios en contra de la lactancia, y solo seguir mi instinto!

    Saludos!!!

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