Por: @punketa
Hace unas semanas
estamos pasando por momentos verdaderamente difíciles en esta casa. Algunas
complicaciones con el papá de Eric y otras por falta de flujo económico. En
fin, situaciones que en algún momento tenemos que vivir todas las familias,
situaciones que a la hora de la verdad son pasajeras y que necesitan es mucha
fuerza y coraje para sobrellevarlos.
Ya
fuera del detalle de los problemas que tenemos actualmente me ha sorprendido la
manera en que Eric ha venido sintiendo toda esta energía reflejada en nosotros
(mi pareja y yo). Uno de estos problemas es relacionado con el papá de él;
hemos tenido serias complicaciones para que el papa pueda visitarlo lo que ha
desencadenado una serie de discusiones a través del teléfono, el mal genio, la
mala energía que uno desprende. Por mi parte, intento no generar este tipo de
situaciones en frente de Eric porque sé que puede ser perjudicial, pero sin
querer queriendo mi mal genio o mi mal temperamento con el papá sigue ahí. Así
ya haya pasado la discusión, yo le
sonría a mi hijo y haga 'como si nada pasara' sé que en mis ojos se nota el mal
momento por el que estoy pasando.
Es
horrible saber que mi hijo siente toda esa energía. El es un niño muy
inteligente y analiza muchas cosas; ya con su lenguaje más desarrollado me deja
sorprendida al preguntar algunas cosas cotidianas. Les cuento lo siguiente: un
día tuve una discusión a través de chat con el papá de mi hijo, Eric ya estaba
dormido pero igual yo me acosté con ese 'mal genio' en el momento. A la mañana
siguiente Eric se despertó muy temprano y lo que hizo fue ir a mi cama, me dijo
que me despertara y me sonrió de una manera muy linda, a su vez empezó a darme
muchos besos y abrazos. Entre el sueño que aún tenía, el seguía dándome besos y
abrazos. Fue algo increíble que no había hecho hasta ese momento: me enamoré
más de mi hijo.
De
seguro Eric, con su capacidad de captar esa energía, sintió que me sentía
angustiada o que sencillamente no estaba bien de ánimo y fue en ese momento que
supe que no quería verme triste, que me estaba mandando esa buena vibra para
que no me sintiera más de esa manera. Les aseguro que con esa manera de
despertarme me levante mucho más tranquila y hasta contenta.
Y
aún después de esto Eric me sigue sorprendiendo porque ha resultado llamándome
'mamita', 'mi mamita', 'julita' (yo me llamo Julie), sabiendo que solo me decía
'mami' para referirse o llamarme. Tanta buena energía que me da mi hijo me hace
sentir muy tranquila. Son momentos difíciles que de seguro pasarán rápido y no
quiero que el se vea más afectado por todo esto. Aunque es inevitable que ellos
pasen por algunas situaciones familiares si me sirve de lección para poder
afrontar de nuevo algún problema con un poco mejor de ánimo y de tranquilidad
para que él ni el resto de la gente se vea tan afectada por un sencillo estado
de ánimo.
Definitivamente
tener a mi hijo al lado es el mejor regalo de la vida. Agradezco a mi pareja
por también estar aquí en estos momentos y ahora somos una gran familia.
Eric es una belleza y como tu dices una bendición. Lo bueno de los problemas es eso: que nos sorprende con los actos de las personas cercanas a nosotros :D
ResponderBorrarAy carajo... Lágrimas ruedan por mis cachetes... Con Martín me pasa algo parecido. Siempre que he estado triste me sonríe, me hace ojitos o 'jeticas' que él sabe que las amo, me da besos y me dice - Mami, no estés triste... Julie, tu post refleja exactamente lo que estoy pasando con mi Tín. Besos para ti y para Eric.
ResponderBorrarSigue siendo increíble como nuestros chiquitines nos expresan tanto cariño y más increíble que mamitas como nosotras se sientan identificadas con una experiencia tan particular. Beso a Martín y a ti que han sido muy especiales
BorrarNana es igual, amor puro, ella me mira como si quisiera decirme algo y me abraza muy fuerte cuando me siento mal. La semana pasada dio 6 pasos solita por primera vez, me emocioné demasiado porque contra el pronostico de la neuróloga Nana si puede moverse y caminar. En ese momento empecé a llorar de la emoción y la abracé, ella me miraba como diciéndome "mami no llores que estoy bien", me quitó los lentes y trato de limpiarme las lagrimas mientras me abrazaba. Ellos son chiquiticos (O nosotros los vemos así) pero su corazón es enorme. Ellos están en nuestra vida para cuidarnos y hacernos felices. Tienes un hijo hermoso mi Julie, los quiero montones. <3
ResponderBorrarLos quiero montones también. Pronto nos veremos.
BorrarNi hay nada más gratificante que el abrazo de un hijo
ResponderBorrarWow Julie... me hiciste llorar!!! Es increíble cómo las situaciones pueden ser similares y cómo nuestros hijos toman las riendas del asunto y nos consuelan. Y así nos sintamos mal, porque ésa no debe ser su posición, también encontramos en esas sonrisas, en esos besos y abrazos la cura exacta para nuestros "males". Yo llevo unos meses muy baja de nota, con problemas familiares y una abrumadora soledad que me provocan jartera de todo y aunque trato de mantenerme positiva, hay momentos en que en realidad ya no puedo más y me derrumbo. Recuerdo un día en un baño tratando de cambiarle el pañal a Ale y no aguanté y me solté a llorar muy feo. No podía parar! Y Alejo se arrodilló, con los ojos aguados me tomó la cara con sus manitas y me dijo "mamá". Y nos miramos fijo. Lo abracé muy fuerte. Fue muy duro darme cuenta de que a sus dos añitos Ale siente todo y sabe de alguna manera lo que pasa. Desde ahí he tratado de aguantar y que él no me vea mal.
ResponderBorrarAyyyyyy, al parecer TODAS hemos pasado por lo mismo. Juan cuando me ha visto así también me coge la cara y me mira con una ternura infinita que me deja aliviada. :D
BorrarCreo que como todas terminé con el ojo aguado. Ellos son tremendamente perceptivos, y como humanas las mamis también dejamos ver nuestros sentimientos, a todos nos pasa. En mi caso Pellusa se me sube encima me coge la cara me dice tu eres mi mami de toda mi vida, me da muchos besitos, y abrazos. @cats_caliope
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