Me invitaron a escribir en éste Blog hace unos días, pero como he descubierto soy una muerta parada tecnológica, sin embargo, me he superado y lo logré, estoy escribiendo.
Por que títule ésta entrada así, entenderán después que lean un poco.
Aquí pellusa de un año
Mi vida era bastante simple, trabajaba muchisimo, así se trabaja en el Cerrejón, el ser madre era una utopía, en la que estaba prohibido pensar, tenía a Diego mi sobrino-hijo quien había llenado mis deseos de ser madre, jaja que equivocada estaba. Sin planearlo, sin que fisiológicamente fuese posible, en octubre de 2008 me embaracé, no importó que mi peso fuese de 125 kg, no importo el hipotiroidismo, ni la endometritis, mi milagro se hizo carne y sangre, el camino empezó sencillo, sin síntomas todo era perfecto, llevaba un embarazo glorioso, hasta enero de 2009, cuando por un giro del destino y un dolor de espalda fuí a la clínica y me enteré que era hipertensa y además que si no hubiese ido en ese momento me hubiese muerto o peor hubiese perdido a mi gusarapito, gracias a mis médicos (ginecólogo, internista, nutricionista, psicológa, bacterióloga) y especialmente a MADRE que se entregó a mis cuidados, le sacamos el quite a la hipertensión, a la diabetes gestacional, a la obesidad, a la anemia (si todos me veían como alien), y 38 semanas después tuve en mis brazos a mi PELLUSA, y empezó la etapa más feliz de mi vida.
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