lunes, 19 de agosto de 2013

Cuando tus compañeros de trabajo son tus Chiquiticos



La decisión de quedarnos en casa cuando llega la maternidad es algo que las mujeres consideramos desde hace muchos años, simplemente recordemos a nuestras abuelas, tías, algunas de nuestras madres… la sociedad generalmente empujaba a las mujeres a esto y no se pensaba en trabajar y al mismo tiempo ocuparse del hogar y de los hijos.
Pero desde hace un par de décadas las cosas han cambiado, las mujeres tenemos mayor presencia en todos los ámbitos laborales y no solo presencia, sino que nos estamos destacando cada vez más, desplazando inclusive a los hombres en altos cargos directivos en grandes consorcios multinacionales e instituciones públicas y actividades del acontecer político, algo inimaginable para las madres de nuestras abuelas.
Pero cuando vamos a la Universidad, iniciamos nuestra carrera profesional, nos casamos y deseamos seguir preparándonos a nivel académico, el tema de la maternidad es algo difícil de afrontar e inclusive en muchos casos se posterga lo más posible, porque el deseo no como mujer sino simplemente como persona al querer ser productiva y lograr metas laborales es muy fuerte.
Muchas mujeres antes de ser madres se dicen a sí mismas y a los demás que sí se puede, que su madre trabajó y la crío, que ella también va a poder trabajar y encargarse de sus hijos, que no va a haber problema… y en muchos casos es así, pero al final cuando llegan los hijos, uno acepta que además de tener mamás superpoderosas que no entendemos cómo lo lograron, es valido que cada mamá se haga el cuestionamiento y analice si quiere seguir con el desarrollo profesional que venía  en ascenso o quedarse en casa un tiempo o indefinidamente a cuidar de sus pequeños.
La situación económica obviamente está atada a este tipo de decisiones, porque antes de pronto el padre podía proveer todo lo que se necesitaba para sostener un hogar, con mucho esfuerzo claro está, pero se podía llevar tal situación y las mujeres se quedaban en casa con los hijos, hoy en día no muchas parejas pueden darse ese lujo y más si son familias numerosas que generan muchos compromisos, porque como padres siempre vamos a querer darle lo mejor a nuestra descendencia.
Pero así como el tiempo que nos toca vivir nos empuja en buena lid a trabajar en la calle y hacer malavares, contratar niñeras o dejar a los bebés desde muy pequeños con sus abuelas, en maternales o guarderías para lograr los objetivos laborales y económicos que nos proponemos, también la tecnología y la globalización nos benefician y juegan a nuestro favor para proporcionarnos herramientas que nos permitan seguir activas y trabajar desde nuestro hogares, para encargarnos así directamente de la crianza de nuestros hijos. Y la experiencia que se pudo haber adquirido en cualquier área profesional nos facilita desarrollar nuevos emprendimientos que tengan buena aceptación en el mercado y generen beneficio económico, al fin y al cabo el ser madre nos hace darnos cuenta que además de atender a nuestros pequeños somos inmensamente creativas, podemos hacer mil cosas al mismo tiempo y la inteligencia está allí para usarla y generar buenos resultados y para colaborar con los demás.
En mi caso quiero contarles qué es para mi tener a mis hijos de “Compañeros de Trabajo”, porque en serio que se convierten en eso, son nuestros luceros, nuestros mejores motivadores y nuestra gran compañía, pero también cuando mami trabaja en casa son los que están a tu lado cuando estás escribiendo un artículo como este, los que te ven alegre y hasta aplauden cuando consigues algo que querías para tu negocio, se acercan con un juguete y una sonrisa cuando te ven preocupada, quieren saludar a la amiga de mamá cuando estás haciendo una llamada de trabajo, suenan todos los juguetes y gatean por toda la casa cuando te hacen una entrevista de radio, te acompañan a reuniones con personas ligadas a tu nuevo trabajo… y pare usted de contar.
Cuando trabajas desde casa es muy fácil pensar para los demás que no te dedicas mucho tiempo a tu negocio, que tienes todo el día para hacerlo, pero eso no es tan cierto, al tener la responsabilidad de realizar todas las actividades propias de la casa y además cuidar a tus hijos, el tiempo para dedicarle a tu trabajo es realmente reducido y hay que usarlo muy sabiamente y es que si tienes hijos Chiquiticos, la prioridad es atenderles y al final eso es lo que uno quiere, compartir con ellos, jugar con ellos, disfrutar las comidas junto a ellos, contagiarte de la alegría de sus baños, leer cuentos para ellos, dibujar y ensuciarte con ellos, quedarte acurrucada con ellos cuando se duermen en tus brazos… porque ellos son la razón más importante por la que emprendes un nuevo camino de trabajo.
Ya no tendrás las conversaciones propias de una oficina, no estarás pendiente del atuendo que vas a usar cada día para salir a tu trabajo, a veces estarás desconectada de las noticias porque no podrás conversar con adultos sobre la situación política del país… pero en mi caso puedes estar muy satisfecha con todo lo que haces, con los logros de tus hijos que pudiste ver con tus propios ojos, sentir sus alegrías y frustraciones cuando están aprendiendo a hacer nuevas cosas por sí mismos, no te perderás los dibujos animados que ellos adoran, llorarás sin saber por qué cuando ellos se ríen y están felices…
Adorarás a esos nuevos “Compañeros Chiquiticos de Trabajo” que Dios dispuso para ti!
L. de Ponte
Caracas. Venezuela
ldeponte@mischiquiticos.com
Tomado de MisChiquititos.com

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